Monterrey.— El secretario de Seguridad de Nuevo León, Gerardo Palacios Pámanes, advirtió de un incremento sin precedentes de internos en los penales del estado, por lo que se enfrentan a situaciones de sobrepoblación.
Al participar en la mesa de trabajo sobre la nueva Ley de Justicia Cívica, el funcionario destacó que se han ingresado a cerca de mil personas en estos 10 meses que van de la presente administración.
“Cuando empezó esta administración contábamos 8 mil 750 privados de la libertad en el sistema penitenciario del estado, hoy tenemos 9 mil 750, mil más en 10 meses, con este ritmo, por primera vez en la historia de Nuevo León superaremos los 10 mil”, afirmó.
Ese número, dijo, se podría alcanzar en diciembre, por lo que es urgente dejar los penales a las personas que tienen casos de riesgo de violencia.
La sobrepoblación, mencionó, es de cerca de 400 reos, pero esto es una situación aparte del hacinamiento que tienen desde varios años atrás y que se acentuó con el cierre del penal del Topo Chico.
“Hay una diferencia de 400 camas, pero eso no significa que no haya desde hace muchos años hacinamiento, es decir, muchas personas viviendo en pocos metros cuadrados”, explicó.
“Hay que recordar lo siguiente: se cerró el penal del Topo Chico, lo cual sin duda fue una decisión acertada, pero se sustituyó un penal para 5 mil por uno de mil 500”.
En el 2007, dijo, se tenían alrededor de 5 mil presos, lo que indica que en estos años se duplicaron los internos en penales.
“Eso no es sostenible, ni de un punto de vista de ciudadanía ni de un punto de vista financiero, porque va a llegar un momento en el que necesitemos invertir mil millones de pesos al año en el sistema penitenciario, por lo tanto (hay que) dejar de invertir en otras cosas”.
El secretario de Seguridad dijo que se deben tomar otras medidas, ya que todos los tratamientos de readaptación son tardíos.