Monterrey.- Las principales universidades del estado coincidieron en que la compra-venta de tesis obedece a un acto de corrupción por parte del estudiante y defendieron los sistemas de detección de originalidad para que sus alumnos presenten un trabajo de su autoría.
El director de Identidad y Principios Institucionales de la Universidad de Monterrey, Jean Guerrero Dib, explicó que el negocio de la pluma negra abre la posibilidad al estudiante de ejercer su profesión con prácticas antiéticas, y con ello, poner en riesgo a la sociedad que pueda requerir de sus servicios profesionales.
“Más allá de que se pueda o no se pueda, el hecho de que un estudiante obtenga sus créditos académicos valiéndose de la trampa, pues finalmente a lo que se expone es a no aprender y no va a ser un doctor, o un ingeniero, un abogado, un contador con las habilidades necesarias para ejercer su profesión.
“Esa manera de proceder en su etapa de estudiante, que es conseguir resultados sin escrúpulos y valiéndose de artimañas, es probable que la transfiera al ámbito profesional y entonces sea un profesional que haga todo tipo de trampas y se preste a la corrupción, y en deterioro de la sociedad en general”, externó el también académico.
Señaló que cada institución cuenta con sus normas de ética y respectivas sanciones para este tipo de prácticas.
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“Las instituciones educativas tenemos una normativa que de alguna manera marca las reglas del juego con respecto a lo que se espera y a lo que no está permitido en cada de una de las organizaciones. La trampa académica es algo que cualquier institución educativa rechazará y tendrá normado”, dijo.
ABC Noticias evidenció el mercado de las tesis por encargo, cuyos trabajos pueden ir desde los 14 hasta los 30 mil pesos, y facilita al alumno obtener su grado de licenciatura o maestría, sin ser el autor intelectual de la investigación.
Luz Godina, directora del Centro de Integridad de la UDEM, informó que la institución, además del acompañamiento académico, se vale de softwares de verificación de originalidad que permite al cuerpo docente identificar irregularidades en los trabajos de investigación.
Dijo que, en el caso de la UDEM, se utiliza el programa Turnitin, que detecta los porcentajes de similitud de textos.
“De una forma u otra lo que hacen es contrastar con base de datos amplias, con registros en internet y toda la información disponible que hay. Verifican que el trabajo realmente tenga un porcentaje comparado con lo que es un trabajo original.
“Tienen una efectividad bastante alta. La herramienta lo que hace es que cuando analiza un trabajo te dice: este trabajo tiene un 20 por ciento de su contenido que está en otro lugar, o un 80 por ciento. Cuando un documento que revisas tiene el 90 por ciento en otro lugar, pues sabes que no es un trabajo original”, agregó.
En el mercado existen más de 10 herramientas digitales anti-plagio, y cada universidad es libre de elegir la que más se apegue en a sus principios institucionales.
Por su parte, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, señaló que el principal objetivo es el egreso de profesionales con alto nivel ético, lo cual se logra a través del Programa de Integridad Académica.
“En el Tecnológico de Monterrey estamos comprometidos con brindar una formación de calidad y excelencia académica, que permita egresar profesionales técnicamente eficientes y éticamente responsables, capaces de ejercer un liderazgo ético que transforme la realidad social que les rodea y los desafíos que esta plantea.
“Para lograrlo, el Tecnológico de Monterrey cuenta con el Programa de Integridad Académica, el cual tiene como objetivo, fortalecer la integridad en nuestra comunidad educativa, a través de acciones preventivas, formativas y de gestión de faltas, que contribuyan a generar una cultura de honestidad, confianza, justicia, respeto y responsabilidad en las actividades de aprendizaje e investigación”, dijo.
Mediante un comunicado explicó que el programa cuenta con dimensiones formativas que consisten en la prevención de irregularidades en los trabajos académicos y atención a los casos de faltas a la integridad académica, además de las herramientas tecnológicas.
“Cabe mencionar que, en el Tec de Monterrey nos apoyamos de herramientas tecnológicas para la detección de originalidad de las tareas escritas como “Unicheck”, la cual está disponible para todo nuestro personal docente. Y, a través del área de Tecnologías para la Educación (TEDU), se les generan tutoriales y se les ofrece apoyo para el uso eficaz de esta herramienta”, especificó.