Monterrey. - En lo que va de 2023, 18 de los 42 diputados del Congreso local acumulan 130 faltas en 71 sesiones del Pleno, ya que se han ausentado de su curul y en algunos casos sin ninguna justificación.
La lista la encabeza Alhinna Vargas con 17 faltas, y aunque la priista renunció el 15 de septiembre a su cargo, su nombre sigue activo porque no le han aprobado la separación del cargo y acumula otras 15 faltas para dar un total de 32.
De acuerdo al portal oficial del Poder Legislativo, las inasistencias fueron notificadas previamente, pero sin que se especificaran los motivos.
En segundo lugar, se encuentra la también priista Elsa Escobedo, quien ha faltado 12 veces. Heriberto Treviño, coordinador de la bancada del mismo partido, ocupa el tercer sitio al haberse ausentado 11 días, argumentando motivos de salud.
“Todas las faltas del diputado Heriberto Treviño están plenamente justificadas por una cuestión de salud que él trae”, expone un documento. En cuarto sitio está Waldo Fernández, de Morena, quien no acudió en 10 sesiones del Pleno.
Al respecto, Fernández indicó que las ausencias están justificadas por viajes de trabajo y por tener en su bancada sólo dos integrantes.
“Tengo reuniones de trabajo tanto en México como en Monterrey y no tenemos la oportunidad de mandar representantes, puesto que no tenemos suficientes diputados”, indicó el legislador.
El emecista Héctor García está en el quinto lugar al no haber asistido a nueve sesiones del Pleno. Anylú Hernández, de Morena, y el priista José Filiberto Flores comparten el sexto lugar al registrar ocho faltas.
Existen casos de legisladores que tienen hasta seis faltas injustificadas, como el mismo Flores, quien, si estuviera regido por la Ley Federal del Trabajo, podría ser acreedor a rescisión de la relación laboral, por tener más de tres faltas sin permiso del patrón o sin causa justificada, según el artículo 47.
Pero también hay legisladores que cumplen al 100 por ciento con su asistencia: el priista Ricardo Canavati y los panistas Daniel González, Félix Rocha y Luis Susarrey.
Este último explicó que no sólo se trata de asistir, sino que hay que desquitar el sueldo.
“La aportación que estás haciendo a tu comunidad desde el Congreso, porque también hay que decirlo, puede haber legisladores que vayan al Congreso todos los días y nunca falten a nada, pero, pues sólo están sentados y no desquitan el salario regresándole a la comunidad un beneficio tangible en calidad de vida”, expresó Susarrey.
La activista Liliana Flores Benavides señaló que es un insulto que los legisladores se ausenten de sus actividades, ya que no justifican el sueldo mensual de 105 mil 900 pesos.
“Este tipo de conductas lo único que hacen es insultar a la gente que ellos representan, porque la gente tiene que trabajar obligada todos los días para poder subsistir”, aseguró.