Monterrey.- Por primera vez en lo que va del año, cuatro municipios de la entidad enfrentan sequía excepcional mientras que las principales presas de Nuevo León continúan con niveles a la baja sin lograr un solo día de recuperación.
De acuerdo al más reciente reporte del Monitor de Sequía que emite la Comisión Nacional del Agua (Conagua), los municipios de Agualeguas, Anáhuac, Parás y Vallecillo tienen la categoría D3, la cual significa "sequía extrema", mientras que 24 municipios tienen sequía severa y recuperación alguna en su nivel de almacenamiento, sumado a un duro pronóstico por falta de lluvia, más sequía moderada.
En tanto, la Presa El Cuchillo descendió al 45.52 por ciento de su capacidad con 511 mil 244 millones de metros cúbicos. El embalse de La Boca se encuentra en un 57.95 por ciento de su capacidad con 22 mil 882 millones de metros cúbicos y Cerro Prieto con 13.79 por ciento, es decir 41 mil 357 millones de metros cúbicos.
Ante la sequía, fenómeno “30-30-30” en Nuevo León
En febrero pasado autoridades del municipio de Escobedo, de Bomberos de Nuevo León así como de Protección Civil de este municipio dieron a conocer que, ante el pronóstico de una temporada seca en Nuevo León, pueda originarse el fenómeno natural conocido como 30-30-30.
El fenómeno 30-30-30 provoca vientos mayores de 30 kilómetros por hora, humedad menor a 30 por ciento y temperaturas superiores a los 30 grados centígrados. Estas conjunto de características generan las condiciones propicias para que haya incendios, esto de acuerdo a lo explicado por Andrés Mijes, alcalde del municipio de Escobedo, Nuevo León.
Ante el riesgo de que sucedan incendios forestales en el Estado, la Comisión Nacional Forestal (Conafor) informó que iniciará la primera quema preventiva de incendios forestales a gran escala en la Sierra de Santiago, cerca de la comunidad de San Juan Bautista, dentro del Parque Nacional Cumbres.
Dicha actividad se realizará del lunes 6 al viernes 10 de marzo. En ella participarán brigadistas de distintas dependencias, quienes realizarán la quema de vegetación seca, con la finalidad de eliminar cualquier material que pueda funcionar como combustible en caso de un incendio forestal, así lo indicó el organismo federal.
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Esta primera quema será llevada a cabo por las autoridades federales y municipales, siempre y cuando las condiciones climatológicas lo permitan.