Monterrey.- Pese a la disminución del tráfico por el periodo vacacional, la contaminación del aire no cede en la zona metropolitana.
El parque vehicular de más de 2 millones de unidades le dio un respiro a las avenidas, pues desde el pasado viernes más de 1 millón de estudiantes de nivel básico inició su descanso.
Sin embargo, el aire sigue sucio, pues de acuerdo al Sistema Integral de Monitoreo Ambiental en lo que va de la semana, la zona metropolitana ha registrado indicadores en color naranja, que señalan mala calidad con alto riesgo de contaminantes, y ayer Apodaca fue el municipio más afectado.
En lo que va del año 2023, en Nuevo León se han activado seis alertas ambientales por calidad de aire extremadamente mala, siendo los municipios más afectados Santa Catarina, San Pedro, Guadalupe, San Nicolás, García y Cadereyta.
Inclusive, el pasado 26 de marzo, más de 2 mil personas encabezadas por el Comité Ecológico Integral y el Movimiento “Yo Respiro Monterrey” exigieron con una manifestación detener las emisiones de la refinería de Pemex en Cadereyta, que días antes se volvieron tendencia por la cantidad de humo naranja emitido.
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Autoridades estatales amagaron a la refinería con una suspensión de actividades y finalmente tuvieron una reunión para que la paraestatal presentara un plan de reducción de contaminantes y el compromiso del director de Planeación de la refinería, Víctor Navarro, fue entregarlo en 15 días que se cumplieron ayer sin que hubiera novedades del tema.
Al respecto, el secretario del Medio Ambiente, Félix Arratia, minimizó la situación al señalar que al plazo de 15 días se le atravesó la Semana Santa, por lo que habría que esperar unos días más.
Posterior a la marcha ambientalista ciudadana y tras sostener una reunión con los organizadores, el gobernador Samuel García prometió que en el transcurso de este mes de abril ofrecería un plan maestro para mejorar la calidad del aire.
En relación al tema, el ambientalista Guillermo Martínez Berlanga, consideró que las emisiones de los autos y las empresas, además de la falta de áreas verdes y altas temperaturas, incrementan la problemática del aire sucio.
“Estamos en una grave crisis de falta de biodiversidad, es un asunto delicadísimo que el Gobernador no tiene idea de lo que estamos hablando”, comentó Martínez Berlanga, quien aseguró que la situación afecta al ciclo del agua.
“Por haber acabado con las defensas naturales entonces estamos expuestos a las sequías, a las inundaciones, a la contaminación y a temperaturas extremas porque la ciudad no tiene cómo ayudarse sola”, precisó.