Monterrey.- La Alameda Mariano Escobedo, un emblemático lugar, ubicada en el corazón de la ciudad de Monterrey, tenía un panorama diferente al actual, pues en 2021 lucía verde porque la mayoría de los árboles estaban en buen estado.
El dron de ABC Noticias capturó fotografías de la Alameda hace dos años y en comparativa con las de este año 2023, se observa una gran diferencia entre ambas.
En el cuadrante de Washington entre Villagrán y Villagómez, en la Alameda Mariano Escobedo, ya se están retirando los árboles secos, lo cual es parte del proyecto de regeneración del municipio de Monterrey.
Hasta el momento, el ayuntamiento regio informó que han retirado 24 árboles en total por personal de la Secretaría de Desarrollo Urbano Sostenible (Seduso) y Servicios Públicos del municipio.
Las acciones de rescate del lugar son por parte de la Seduso, Centro Civitas y el Fondo Ambiental Metropolitano (FAM) que a su vez recibió un análisis técnico por parte de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UANL.
En la plaza había maquinaria para triturar los troncos y ramas, y el primer cuadrante se encontraba acordonado para realizar los trabajos correspondientes, además había árboles más que se encontraban señalizados para removerlos en días posteriores.
Elementos de Protección Civil de Monterrey estuvieron presentes en la Alameda para apoyar ante cualquier situación de riesgo que se pudiera presentar.
El biólogo Roberto Chavarría argumentó que el proyecto municipal debe analizar todo el proceso que se lleva a cabo al plantar un árbol nuevo.
“Poner un árbol nuevo va a requerir mínimo seis meses de un riego adecuado, o sea un riego que fomente que la raíz vaya hacia abajo.
“No nada más un riesgo superficial que genere raíces superficiales, sino un riego más profundo que provoque o que promueva que la raíz crezca hacia abajo”, señaló Chavarría.
Indicó que se requiere de la infraestructura adecuada en el lugar donde se pretende plantar árboles nuevos para la captación de agua de lluvia.
“Hay que promover que siempre exista la infraestructura adecuada para los casos de contingencia, en este caso hay que desarrollar algún tanque de agua que pueda captar agua de lluvia.
“Alguna forma que de algún lago que se pueda instalar ahí en la Alameda, que capte el agua de lluvia y que genere una certidumbre de que hay un seguro de que durante la próxima canícula, que estos árboles que van a ser bebés, digámoslo así, van a tener un suministro constante de agua para que no vuelva a suceder en el futuro”, dijo.
Chavarría añadió que si representa un peligro es correcto que lo remuevan, pero el árbol seco también es parte del ecosistema.
“Si representan un peligro, si está bien, si no representan un peligro, hay que dejarlo, porque aun así el árbol muerto representa parte del ecosistema”, manifestó.