Monterrey. - La práctica de heredar las alcaldías a familiares no solamente se da en los ayuntamientos metropolitanos, como lo reveló ABC Noticias ayer; esta costumbre también se presenta en los municipios de la periferia y los rurales.
Un ejemplo de esta herencia del poder fue en General Treviño, con la exalcaldesa panista, Elia Hinojosa García, quien ganó las elecciones del 2015 y 2018, y en el 2021 dejó a su hermana Maribel, también bajo las siglas del PAN.
En Bustamante, donde el exalcalde panista Jorge Santos Gutiérrez, le dejó el cargo a su esposa Norma Yolanda Robles en el año 2000.
En 2003, la alcaldesa del PRI, María Guadalupe Guajardo hizo lo mismo con su esposo, Adolfo Cantú Salinas.
Abasolo es otro municipio donde los cargos públicos quedan en familia, pues en el 2003, David Milán Rivera, “heredó” el cargo de su papá David Milán Ramos, y en Cadereyta, Francisco Lozano Fernández la “heredo” de su hermano José Lozano Fernández.
En Pesquería, Crescencio Oliveira Cantú, fue alcalde cuatro veces en 24 años, tres por el PRI y la última (2006-2009) por el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Dos de sus primos y dos de sus cuñados también fueron presidentes municipales.
Al respecto, la politóloga, Lourdes López, indicó que estas prácticas no son democráticas y nos remontan a épocas medievales.
“No es una práctica democrática, nos remite a las prácticas medievales, que nos recuerdan a los señoríos, a los feudos y el vasallaje como el modo de relación de su ordenación, donde la lealtad que más importa es el personal y no el espacio institucional que se representa”, dijo la experta.
Estos casos se unen a los publicados ayer, como el de Juárez con los hermanos priistas Heriberto y Francisco Treviño, en Pesquería con el exalcalde priista Miguel Ángel Lozano Munguía, que le cedió la alcaldía a su hijo Patricio Lozano y en Cerralvo con Baltazar Martínez Ríos, que logró la reelección con el PAN y posteriormente su padre, el exdiputado federal, Baltazar Martínez Montemayor, heredó el cargo.
Y también están los que se mencionan lo van a intentar este próximo 2024, como en Guadalupe con Tomás Montoya Díaz, hijo de la alcaldesa tricolor Cristina Díaz, quien es señalado como aspirante para sucederle y en Apodaca, donde César Garza Arredondo, líder juvenil del PRI en el estado e hijo del alcalde priista, César Garza, iría por la alcaldía para mantenerla en familia.
Por otro lado, están quienes lo intentaron, pero no tuvieron éxito, como en Ciénega de Flores, con el ex alcalde del PRD Pedro Casas, que postuló a su esposa Margarita Quiroga Flores en el 2021 arropada por el PAN.
En el municipio de el Carmen, el exalcalde Gerardo de la Maza llegó a la alcaldía bajo las siglas del PRI en el 2015 y en el 2018 se reeligió, pero como buscaba postular a su esposa Linda Melissa Díaz y su partido rechazó la propuesta, rompió con ellos y Linda compitió bajo el amparo del Partido Acción Nacional.
Al quedar fuera de la contienda por incurrir en diversos delitos en las elecciones de junio de 2021, el exalcalde de Zuazua, Pedro Ángel Martínez Martínez, estuvo detrás de la elección extraordinaria, ya que su esposa Alma Rosa Montemayor Martínez se registró como candidata para gobernar el ayuntamiento.
Finalmente, la experta indicó que esto se convierte en un cacicazgo y le cierra el paso a nuevos aspirantes que puedan representar un riesgo para el proyecto familiar.