Monterrey.- Las elecciones del 2 de junio se acercan y los rostros para contender por algún cargo se han ido destapando, tratándose en algunos casos de hijos de funcionarios o ex funcionarios que buscan heredar el poder.
Aunque parezca nepotismo, la ley no tiene una prohibición de esta práctica, por lo que el poder político puede quedar en manos de las mismas familias.
Suenan nombres como César Garza Arredondo, hijo del alcalde de Apodaca, César Garza Villarreal; Tomás Montoya, hijo de la alcaldesa de Guadalupe, Cristina Díaz, y Vivianne Clariond, hija del ex gobernador Benjamín Clariond.
Para Lourdes López, politóloga de la UANL, aunque los políticos argumentan que se dará continuidad a los distintos proyectos, estos casos son otra forma de nepotismo y una “feudalización” de la función pública.
Agrega que esta situación deja en evidencia la debilidad de los partidos políticos y la falta de democracia al interior de los mismos.
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“Son casos de intención de una sucesión inmediata en el ejercicio del cargo público, y no solamente está mal en cuestión de principios democráticos, sino que además habla del debilitamiento de nuestra cultura democrática porque los partidos políticos consecuentan eso”, dijo López.
Siguiendo los pasos
En Apodaca, el alcalde priista César Garza Villarreal destapó en septiembre del año pasado a su hijo César Garza Arredondo, de 25 años, y dijo que tiene la preparación para ser alcalde.
Recientemente Garza Arredondo concluyó su maestría en Economía Política por la London School Of Economics y promueve en su cuenta de Instagram a emprendedores locales de Apodaca.
Otro caso es el de Tomás Montoya, de 41 años, actual presidente del Sistema DIF de Guadalupe e hijo de Cristina Díaz, alcaldesa priista por tercera ocasión.
Tomás militaba en el mismo partido que su mamá, pero en 2023 anunció que dejaba las filas del tricolor para sumarse a las de Morena, trinchera desde la que ahora busca ser el sucesor de su madre.
También está el caso de Vivianne Clariond, de 39 años, que busca la alcaldía de San Pedro de manera independiente; ella es hija del priista Benjamín Clariond, quien de 1991 a 1994 fue alcalde de Monterrey y entre 1996 y 1997 fue gobernador de Nuevo León con el PRI. Vivianne actualmente es regidora tercera y en 2020 fue consejera de Pronatura Noreste.
En Santiago, quien busca liderar en las elecciones con Movimiento Ciudadano es Edelmiro Cavazos Valdés, hijo del ex alcalde panista Edelmiro Cavazos Leal, quien fue asesinado el 18 de agosto del 2010 siendo edil.
Actualmente Cavazos Valdés lidera en Santiago a Movimiento Ciudadano y concluyó su precampaña con el objetivo de contender por la alcaldía.
En materia de diputaciones también se presenta este fenómeno, buscando que el Congreso local sirva de antesala para alguna alcaldía. Un ejemplo es el caso de Adrián Guerra, hijo del ex alcalde de Escobedo Abel Guerra, que buscará una diputación local con Morena.
Entre funcionarios de dependencias estatales también sucede. La emecista Paola Linares, de 36 años, hija de Laura Paula López, actual titular del Instituto Estatal de las Mujeres, busca una diputación local.
También busca ser diputado local Baltazar Martínez Ríos, hijo de Baltazar Martínez Montemayor, actual alcalde de Cerralvo por Movimiento Ciudadano.
Desde 2012 padre e hijo se han heredado entre ellos la alcaldía de ese municipio con el PAN y en la última administración ambos cambiaron al partido naranja.
En Pesquería, el actual alcalde panista es Patricio Lozano, de 24 años, hijo del ex alcalde Miguel Ángel Lozano, que gobernó el municipio durante seis años con el PRI.
López considera que esta práctica ya se ha normalizado, pero siempre será la decisión de los electores elegir sensatamente.
“Se está recurriendo a una simulación, a usar los mecanismos formales para legitimar algo ilegítimo como es el voto popular, y es una mala práctica. Nuestro marco constitucional lo contempla de no discriminar a alguien de su derecho a ser votado, ni siquiera por sus vínculos familiares, desde el 2004”, dijo la experta.