Monterrey. - La Secretaría de Seguridad Pública de Nuevo León atribuyó que la gran cantidad de ejecuciones registradas en septiembre se debió a la contabilización de delincuentes abatidos por las fuerzas del orden.
Tras encabezar la reunión con secretarios de Seguridad de distintos municipios metropolitanos, el titular de la dependencia, Gerardo Escamilla Vargas, declaró que se trabaja en un esquema para que la autoridad Federal distinga entre los homicidios dolosos y los criminales caídos por parte de las corporaciones de seguridad.
Escamilla Vargas indicó que una vez que el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad elimine el registro de los abatidos tras las fuerzas del orden, Nuevo León estaría bajando hasta la décima posición como estado violento en México.
Asimismo, resaltó que durante septiembre pasado, sumó 133 casos de violencia y 25 abatidos, por lo que también se acordó entre los mandos policiales redoblar esfuerzos en los municipios de Monterrey, García y Juárez.
“En septiembre hubo 25 criminales que intentaron entrar a Nuevo León y se les aplicó el Estado de Derecho, si se descuentan Nuevo León no sería el primer lugar, sino al contrario, pasaría al décimo lugar.
“Fuerza Civil no será omisa, se tendrá que repeler la agresión”, manifestó el también titular de Fuerza Civil ante varios de sus homólogos metropolitanos.
Destaca reunión con García Harfuch
Gerardo Escamilla Vargas también destacó que en la reciente reunión con el Secretario de Seguridad Federal, Omar García Harfuch, en la Ciudad de México, pidió que se aplique una distinción entre los homicidios y quienes pierden la vida al agredir a las corporaciones policiacas, como se ha registrado recientemente.
El funcionario añadió que la estrategia federal coincide con la de Nuevo León en tres puntos: la atención de los delitos en un plan integral, mantener la coordinación entre autoridades de los tres órdenes de gobierno impulsar la profesionalización de las policías.