Monterrey.- Por unanimidad se aprobó un exhorto para que el gobernador Samuel García declare a través de un decreto, patrimonio cultural de Nuevo León al museo de La Milarca ubicado en San Pedro Garza García.
La propuesta fue emitida por Claudia Caballero, diputada local del PAN, quien destacó el acervo cultural y paleontológico del espacio que alberga piezas donadas de la propia colección del actual alcalde de San Pedro, Mauricio Fernández Garza.
“Con lo que queda claro que este gobierno reconoce el proyecto tan emblemático de La Milarca, como una de las fuentes culturales más importantes de Nuevo León.
“En Acción Nacional consideramos positivo que se le dé la difusión que merece al museo La Milarca, sin embargo, consideramos necesario por la importancia del contenido de este inmueble, que en uso de sus atribuciones el gobernador del Estado declare este gran museo, como Patrimonio Cultural del Estado de Nuevo León”, destacó desde el Pleno del Congreso local.
“Un exhorto a Samuel Alejandro García Sepúlveda, gobernador del Estado de Nuevo León, para que en uso de su facultad conferida en el artículo 25 de la Ley del Patrimonio Cultural del Estado de Nuevo León, declare mediante decreto al museo La Milarca, Patrimonio Cultural del Estado", complementó.
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La legisladora destacó que cada rincón del museo hay al menos medio siglo de investigaciones y colecciones de Fernández Garza, las piezas exclusivas y los techos mudéjar.
La diputada panista dijo que hay más de 50 nuevas especies en su colección paleontológica; y que se pueden encontrar fósiles de dinosaurios como el ictiosaurio, el temible reptil prehistórico parecido al delfín, y que también cuenta con una amplia colección de piezas de arte popular.
Entre las maravillas que se pueden encontrar en el museo La Milarca están: el techo del primer salón, el cual es un caleidoscopio pintado por el artista jalisciense Ismael Vargas; un mural de helechos carbonífero con 300 millones de años de Pensilvania, el primer arco gótico del Siglo XIII, el primer techo renacentista con dos arcos góticos que están en la portada de los edificios y uno más en solitario frente al patio sobre un estanque de agua.