Monterrey.- Una denuncia sobre las consecuencias negativas de la gentrificación, fenómeno urbano que también se vive en Monterrey, fue presentada hoy en el LABNL a través del proyecto documental interactivo “Aquí amanece más tarde”.
Y es que, en mayo de este año, la cooperativa Palo Alto –una comunidad mercantil fundada por 240 familias hace 52 años, en 4.6 hectáreas, al poniente de la Ciudad de México– perdió una batalla contra las torres de departamentos y oficinas que tenía a sus espaldas.
Seguridad y apoyo mutuo es lo que solían tener los habitantes de la Sociedad Cooperativa de Vivienda Unión Palo Alto, ubicada en la alcaldía Cuajimalpa de Morelos, antes de ser liquidados por medio de una orden judicial hace seis meses.
Aunque la gentrificación y el acoso inmobiliario acabaron con esta forma diferente de vivir en la zona de Santa Fe, los documentalistas, Sara Escobar y Pablo Ramos plasmaron en un proyecto multimedia las memorias de estos descendientes de migrantes michoacanos, quienes en un comienzo se asentaron ahí porque trabajaban en una mina de arena.
En su documental interactivo, Escobar y Ramos incluyeron 15 cortometrajes, 20 series fotográficas, y un archivo de sonidos y documentos, que están alojados en el sitio web aquiamanecemastarde.com.
“Con el tema de la cooperativa Palo Alto, lo que decidimos fue hacer un documental interactivo, en el sentido de que es un mapa, y tú puedes ir dando clic sobre distintos elementos, y cada uno te lleva a un cortometraje, o a una serie de fotos, o a un audio, y tú creas como espectador tu propia narrativa.
“Si bien, creemos que el trabajo por sí mismo no va a cambiar las cosas, si pensamos que puede ir sembrando la idea de que esto está pasando, que la colectividad importa.
Según Escobar, apenas instalaron una muestra de su trabajo en el LABNL este jueves. Los regiomontanos se identificaron con este al recordar, por ejemplo, la invasión de centros comerciales en la zona de Plaza Fiesta San Agustín.
“La primera persona que se acercó dijo ‘ah, esto es lo que pasa en (Plaza Fiesta) San Agustín’, el centro comercial, y que está una barda gigante y al lado una colonia; claro, hay un montón de coincidencias.
“Más allá de que seamos chilangos o regiomontanos, necesitamos reflexionar que la vivienda es un derecho, no una mercancía”, agregó.