Monterrey.- La presa Salinillas, en el municipio de Anáhuac, cumple un mes y tres días a la baja, luego de haber registrado un crecimiento exponencial del 13 al 28 de noviembre, informó el Organismo de Cuenca Río Bravo de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Dicho embalse –el único que no había mostrado signos de recuperación tras la tormenta, Alberto– había duplicado su almacenamiento el mes pasado, tal como lo publicó ABC Noticias el 20 de noviembre.
Sin embargo, Salinillas volvió a registrar números rojos en medio de la “sequía moderada” que aqueja al municipio de Anáhuac desde noviembre, cuando el déficit de precipitaciones fue del 77 por ciento.
Lo anterior quiere decir que la remisión de Nuevo León en cuanto a sequía duró únicamente cinco meses, pues los municipios de Parás y Vallecillo también padecen esta condición, además de que otros siete estuvieron “anormalmente secos” el mes pasado, según la Conagua.
El mismo alivio inferior a un semestre trajo el huracán Alex en julio del 2010 antes de que la problemática regresara en diciembre de ese año, pegando con tanta fuerza que en marzo del 2011 hubo 21 municipios “extremadamente secos”.
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Según los expertos en meteorología del Gobierno federal, este será un invierno helado y seco para la entidad, debido a que se encuentra en vigilancia el fenómeno meteorológico conocido como “La Niña”, que es un enfriamiento anómalo del Océano Pacífico.
En el índice del monitor de sequía de la Conagua se incluyen cuatro condiciones: anormalmente seco (D0), sequía moderada (D1), sequía severa (D2) y sequía extrema (D3).
Por su parte, las tres grandes presas nuevoleonesas, El Cuchillo, Cerro Prieto y La Boca, permanecen sin nuevos ingresos, pero rebosantes, gracias a la tormenta Alberto y a las lluvias de agosto y septiembre, con llenados del 107,117 y 95 por ciento, respectivamente. Salinillas amaneció al 75 por ciento.
El pasado 23 de julio, ABC Noticias publicó que, a pesar de que las lluvias de Alberto libraron a Nuevo León de la sequía que sufría, especialistas advierten que no se puede cantar victoria, puesto que esta condición suele regresar.