Monterrey.- En el refugio Casa Monarca, ubicado en el municipio de Santa Catarina, decenas de migrantes mantienen viva la esperanza de que el 2025 sea un año de oportunidades, particularmente para alcanzar su sueño de cruzar a Estados Unidos y mejorar sus condiciones de vida.
Este albergue es un lugar para venezolanos, hondureños, guatemaltecos que buscan una segunda oportunidad lejos de sus lugares de origen.
Mientras planean sus próximos pasos, los migrantes compartieron para ABC Noticias recuerdos de cómo solían celebrar el Año Nuevo junto a sus familias.
Con nostalgia, hablaron de las cenas, las tradiciones y los abrazos que caracterizan estas fechas, sentimientos que ahora los motivan a seguir adelante en busca de un mejor futuro.
“Me siento triste, es melancólico porque extraño a mis dos hijas, extraño a mi papá, extraño comer la carne de puerco, extraño mi tierra, la alegría de vivir un rato en familia. Recuerdo que un día estábamos en casa, yo estaba cocinando y me tropecé, mi hija mayor cayó arriba de mí, y empezamos toda la familia a jugar en el piso en pleno fin de año, después comenzamos a beber”, expresó Elvira Tamayo, migrante de origen cubano.
También Lewis Semeco, originario de Venezuela, y Luis Castellanos, de Guatemala, dijeron que extrañan a sus seres queridos, y en este cierre de año será difícil pasarla lejos de casa, pero que todo lo hacen para mejorar la calidad de vida de sus familias.
Casa Monarca lista para recibir migrantes
Luis Eduardo Zavala, director y fundador de Casa Monarca, aseguró que este y otros albergues en Nuevo León ya están preparados para recibir a las personas migrantes que llegarán desde el sur del país, esto después de las reuniones que han tenido para planificar una estrategia hacia esta situación.
“Casa Monarca está con las puertas abiertas dispuestos a recibir a las personas que tengan necesidad de llegar, ya sea en su tránsito hacia Estados Unidos, esperando la cita CBP One, aquí tenemos personas refugiadas y migrantes en tránsito”, aseguró Zavala.
Casa Monarca tiene capacidad para alojar hasta 170 personas en su máximo límite, habilitando incluso las capillas como áreas de descanso en caso de ser necesario.
Según Zavala, el albergue está listo para recibir a cualquier persona que requiera refugio, ofreciendo no solo un techo, sino también atención básica y orientación, además de que, en conjunto con la arquidiócesis habilitarán más de 90 parroquias para que también pueda albergar migrantes.
A pesar de las dificultades, quienes encuentran refugio en Casa Monarca siguen soñando con un futuro mejor, esperando que el 2025 sea el año en que sus aspiraciones de cruzar la frontera y mejorar sus vidas se conviertan en realidad.
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