Monterrey.- Las presas de Nuevo León cerraron el 2024 con un crecimiento en conjunto del 196 por ciento respecto al 31 de diciembre del año pasado, informó este martes la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
La gran ganadora tras la tormenta Alberto fue Cerro Prieto, cuyo llenado en hectómetros cúbicos se multiplicó 10.3 veces en comparación con el que tenía al final del año pasado, pasando de un almacenamiento respecto al Nivel de Aguas Máximas Ordinarias del 11 por ciento a uno del 117 por ciento.
Cabe recordar que la presa linarense estuvo al borde de la extinción, con un raquítico 4.9 por ciento el 18 de junio, previo a Alberto.
“Cerro Prieto: la gran ganadora después de Alberto. Comparación de julio 2022, en plena crisis (hídrica) de Nuevo León, y julio de 2024. Una belleza”, escribió al respecto Luis Carlos Alatorre, director del Organismo de Cuenca Río Bravo de la Conagua, el 11 de julio.
Sin embargo, no todo fue color de rosa para Cerro Prieto, pues a consecuencia de una inundación en su Planta de Bombeo No. 2, Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey detuvo la extracción en el embalse, que no suministró a la urbe regia ni una sola gota de agua durante 62 días, del 20 de junio al 21 de agosto.
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Los tres embalses de la entidad llegaron a estar tan rebosantes durante el verano que las autoridades federales en materia hídrica tuvieron que ejecutar desfogues controlados entre el 20 de junio y el 14 de octubre.
Según los datos más recientes de la Conagua, El Cuchillo ha crecido 2.4 veces, amaneciendo hoy al 107 por ciento, mientras que La Boca multiplicó su llenado 8.3 veces, encontrándose actualmente al 95 por ciento.
El pasado 20 de noviembre, ABC Noticias publicó que la presa Salinillas –la única que no se recuperó tras Alberto– comenzó a crecer exponencialmente a partir del 13 de noviembre, amaneciendo a la semana siguiente con un llenado del 60 por ciento, cuando la semana previa almacenaba la mitad.