Monterrey. - De 377 asentamientos irregulares que hay en Nuevo León, 150 son catalogados como imposibles de regularizar porque no se les puede dotar de servicios básicos y representan un riesgo para quienes ahí habitan.
Así lo reveló para ABC Noticias Eugenio Montiel Amoroso, director de Fomento Metropolitano de Monterrey (Fomerrey).
El funcionario municipal informó que el municipio que lidera la lista de asentamientos detectados como no regularizables es Monterrey con 64, le sigue Guadalupe con 18, Santiago con 17 y Escobedo y Juárez tienen ocho cada uno.
Afirmó que reubicación es la única solución para ayudar a las familias que habitan en estos asentamientos, sin embargo en la mayoría de los ocasiones se niegan a abandonar el lugar.
Algunos de los lugares más conocidos son los ubicados en la Loma Larga, Salvador Allende y en la parte alta de la Estanzuela en Monterrey, así como en el Cerro Topo Chico, en Escobedo.

Montiel Amoroso aseguró que a los 150 asentamientos señalados no se les puede proporcionar los servicios como agua, electricidad o drenaje debido a que se encuentran en áreas fuera de aprobación, es decir, que están ubicadas en zonas de riesgo, en un área natural o en zonas federales con riesgo hidrológico.
“Muchos de los asentamientos que no son atendibles es porque se encuentran en zonas que están fuera de aprobación y que pueden significar un riesgo para ellos. Aquellos que están en el cerro, en la parte alta o aquellos que se encuentran en las orillas o arroyos y que por lo tanto no son atendibles.
“Esa es la principal problemática, primero la integridad y si a ello le agregamos que esa condición de irregularidad pues es problema para ellos en el suministro de servicios públicos”, dijo el también titular del Instituto de la Vivienda.
En un recorrido realizado por ABC Noticias se pudo constatar que algunos de estos lugares irregulares sí cuentan con los servicios básicos, ante esto, el director aseguró que se debe a la antigüedad de cada uno, pues anteriores gestiones municipales o autoridades se los proporcionaron sin importar si estos pudieran ser o no regularizados.
Entre los riesgos que se pueden presentar en los asentamientos no regularizables son derrumbes, y deslaves en los cerros, así como inundaciones en las orillas de ríos y arroyos.
Un ejemplo de esto son las afectaciones que dejó la tormenta Alberto en el Ranchito, en Guadalupe, pues las casas de tipo tejabán se inundaron, dejando goteras y el piso con lodo.
Otro caso fue el deslave de rocas que dañaron dos casas en la Colonia Unidad Pedreras Fomerrey 106, donde una de las viviendas resultó semi destruida. Los hechos ocurrieron el pasado 01 de julio.
Y justamente, Fomerrey se encuentra trabajando para reubicar a 17 familias de la zona mencionada anteriormente.
“Es un trabajo paulatino, poco a poco, pero la única solución es su reubicación en algún momento porque no van a poder regularizar en el sitio donde se encuentran.
“Hemos en esa zona (las Pedreras), en donde el área que está en riesgo pues es aquella que se les han venido las piedras hacía bajo y pues les hemos ofrecido la reubicación inmediatamente, y no de manera voluntaria, sino casi obligado para que lo acepten”, mencionó.