Monterrey. - En un tiempo máximo de ocho meses, el edificio de la Maderería La Victoria, que llevaba más de 60 años abandonado, volverá a tener vida ahora como la nueva Casa del Libro de Monterrey.
Los trabajos de regeneración del inmueble ubicado sobre la avenida Francisco I. Madero y la calle Ramón Corona en el centro de la ciudad fueron supervisados por el alcalde Luis Donaldo Colosio y miembros del gabinete municipal.
El secretario de Infraestructura Sostenible, Guillermo Hernández explicó que la estructura interna tiene buen estado y es resistente para los trabajos de restauración, los cuales se están haciendo por arquitectos especializados para preservar el diseño original.
“Lo que es el esqueleto está en buenas condiciones. Lo que vamos a cambiar y a restaurar es la piel. Vamos a trabajar la infraestructura hidrosanitaria, eléctrica, de climas”, detalló el funcionario.
Las labores sobre el viejo edificio forman parte de las acciones del programa Revive el Centro, recordó Luis Donaldo Colosio, en el cual colaboran autoridades y desarrolladores privados.
“Este tipo de espacios, que se pueden transformar de un espacio privado a algo público, restaurado y poniéndolo bonito, y poniéndolo como un servicio cultural y literario para la ciudad, es un gran esfuerzo donde se articulan varios equipos municipales, federales, también privados”, declaró.
Mencionaron que el edificio está protegido por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), pero aun así tiene dueño, por lo que el ayuntamiento firmó un contrato de arrendamiento de 10 años para los trabajos y aprovechamiento del sitio.
El costo del proyecto está estimado en 16 millones de pesos, sin contar el arrendamiento, y planea renovar la fachada principal e interior del edificio.
Una vez terminada en el lapso de seis a ocho meses, la Casa del Libro operará bajo la Secretaría de Desarrollo Humano e Igualdad Sustantiva y ofrecerá diversos talleres culturales en sus interiores, una librería del Fondo de Cultura Económica y hasta una cafetería que podrá contratar personas con capacidades diferentes.
De esta manera, el lugar buscará fomentar la lectura en la sociedad y tendrá accesibilidad incluyente, también tendrá salas de juntas y un Espacio Cero Cinco para beneficio de las primeras infancias.