Monterrey. - El secretario de Seguridad Pública de Nuevo León, Gerardo Palacios Pámanes reconoció que existe un déficit de al menos 5 mil elementos entre corporaciones municipales y la Estatal, lo que dificulta la aplicación de medidas como las órdenes de restricción.
Tras el caso de una policía Estatal que contaba con una orden de restricción en contra de su pareja, señalado como responsable de ejecución de la mujer en el municipio de García y otros casos similares, el funcionario apuntó que la falta de más elementos es un factor principal.
“A título personal, a como veo las cosas, tiene que ver con el enorme déficit policial que padece Nuevo León, tenemos muy pocos policías, ya sea municipales o Estatales.
“Y las órdenes de protección a las mujeres que presenten una denuncia como restringir al hombre que fue denunciado, son tareas que le corresponden a las policías municipales y estas tiene un estado de fuerza muy baja”, declaró Palacios Pámanes.
A pregunta expresa sobre una cifra precisa del número de efectivos óptimos para las distintas labores policiales, el titular de Seguridad Estatal dijo que se requiere un estudio a fondo, pero con base a su experiencia en el rubro
“El déficit en mi opinión personal y a reserva de mayor reflexión al respecto o de actualización al estudio que nosotros tenemos, es de en total 5 mil policías e el área metropolitana hablando de Estatales y municipales, no se diga de zonas rurales donde en algunos municipios no hay policías”, agregó el funcionario.
Acerca de si esta situación deja más vulnerable a la entidad, agregó que sí, pero que también se debe analizar la razón histórica de este panorama, al presentarse desde hace varios años, a pesar de contar con buenos sueldos a diferencia de otros estados.
Incluso señaló que la oferta laboral y de crecimiento que se ofrece en distintos sectores productivos hace que menos personas se sientan atraídas económicamente a tener una carrera policial o sumarse a las filas de alguna corporación.
Agregó que en otros países existen figuras que en México no, como los policías destinados a supervisar a personas que salen de prisión bajo palabra o que están en libertad preparatoria o cuentan con órdenes de protección y restricción.