Monterrey.- Para muchas familias neoleonesas, el plan dominical perfecto es visitar los diversos parques acuáticos de la Zona Metropolitana de Monterrey.
Fue el 23 de marzo cuando se reabrieron los sitios recreativos administrados por el Ayuntamiento de la ciudad, como el Parque Monterrey 400, el Parque Aztlán y el Parque Tucán.
En esta ocasión, el termómetro apenas alcanzó los 29 grados centígrados por la mañana, y el cielo sin nubes fue la señal que esperaban los visitantes para llegar al Parque España, desde que se abrieron sus puertas.
Niños, parejas de adolescentes y familias enteras se agruparon en las albercas poco profundas, para practicar sus habilidades en el nado, jugar con pelotas ligeras de plástico o tomar el sol sobre los camastros, a un costado del agua.
“Desde las 9:30 de la mañana llegamos, con toda la familia, desde García. Habíamos venido seguido, vinimos en Semana Santa. Nada más a este parque venimos, está mejor que en García, allá casi no hay agua”, comparte Víctor Díaz, rodeado de sus familiares, con una mano apoyada en la orilla de la piscina, de 1.40 metros de profundidad.
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Del otro extremo, cerca de un centenar de personas ocupan las mesas techadas y preparan el carbón para asar alimentos. Desde puntos opuestos, se escuchan un par de bocinas portátiles, cada una con música de géneros diferentes, pero eso sí, ambos de artistas norestenses.
Mientras esperan el sonido satisfactorio de la carne sobre la parrilla y el olor característico de una de las comidas favoritas de los regios, algunos se consienten con smoothies de mango congelado y chamoy, bebidas frías, frutas, o sándwiches preparados en casa.
Los más relajados utilizan las toallas secas para tomar una siesta de mediodía. Pero a pesar del clima favorable, este domingo no fue un día particularmente concurrido en los parques regios.