Monterrey.- Esta vez el terror llegó en una videollamada. Un joven regio fue víctima del acecho de los secuestradores virtuales, que lo envolvieron a él y su familia, y le hicieron pasar momentos de angustia.
El afectado narró para ABC Noticias la forma en que fue víctima de los delincuentes, que le exigieron 500 mil pesos a cambio de un supuesto rescate.
Repentinamente, el viernes pasado, el joven recibió una videollamada de un número desconocido… y resultó ser un delincuente aparentemente armado (según se apreciaba en la imagen).
El hombre se identificó como plagiario y le dijo que tenía a su hermana secuestrada, y debía seguir sus indicaciones, o de lo contrario la matarían.
Enseguida el estafador le exigió borrar todas sus redes sociales y comprar un nuevo chip telefónico para contactarse con él.
Tras acceder a las peticiones del secuestrador virtual, este le pidió acudir a un centro comercial cercano, mientras lo cuestionaba sobre el oficio de su familia, nombres, y hasta le pidió una fotografía de él mismo.
“Luego de ello, el estafador se puso en contacto con la madre del joven para enviarle la foto de él y la información que previamente le había compartido, para tratar de convencerla que se trataba de un secuestro real”, narró la mamá del joven.
La mamá de la víctima dijo que al no poder localizar a su hijo por teléfono ni por redes sociales, creyó que realmente su hijo estaba plagiado. Para la supuesta liberación, le solicitaron medio millón de pesos.
Antes de realizar cualquier depósito, la madre acudió a la Fiscalía General del Estado, en donde le informaron que -por las características del caso- se trataba de una estafa telefónica. En tanto, el presunto secuestrador volvió a contactar al joven para convencerlo de depositar 5 mil pesos “por la vida de su hermana”.
El joven no recibió ninguna otra indicación, por lo que, tras varias horas, volvió a su domicilio y se reunió con su familia.
ABC Noticias publicó el pasado 5 de marzo que, al menos en Nuevo León, existe un caso semanal de secuestro virtual, y dicha modalidad tiene como principales víctimas a jóvenes estudiantes de preparatorias, en su mayoría privadas.