Monterrey.- Aunque el graffiti es un elemento polémico que ha perdurado en la zona urbana como expresión artística o de delincuentes, también existe una variante más práctica e igual de notoria: el sticker.
Esta técnica recibe por nombre sticker art, prolifera en las calles de Monterrey y consiste en calcomanías que se pegan para “decorar” señalamientos de tránsito, postes de luz, semáforos, entre otros.
Muchas de ellas simulan la firma pintada del seudónimo de los autores, otras muestran diferentes diseños o mensajes, como retratos de personajes históricos, dibujos o logotipos extravagantes.
Un ejemplo de ello es una señal de alto que está en el cruce de Ignacio Allende y Valentín Gómez Farías, en el centro de Monterrey, el cual está tapizado por detrás de pegatinas de diferentes formas, algunas alusivas al cannabis o consumo de sustancias, otras a calaveras en diferentes representaciones, además de la clásica tipografía grafitera.
Por redes sociales, existen varios exponentes de arte urbano que elaboran y difunden sus creaciones con la dinámica del sticker, como Obey Giant, Faile Art o Zoltron. Cada uno tiene su respectivo sitio web o pueden ser encontrados en Instagram bajo esos nombres.
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Otro ejemplo es el del muralista británico Banksy, autor de obras como el de “Niña con globo” que son vendidas por sumas millonarias, que si bien no es del nicho del sticker art, sus creaciones también son conocidas y también comercializadas mediante esta técnica con un precio mucho más accesible.
Silvestre Madera, artista plástico, mencionó en entrevista con ABC Noticias que el sticker permite a más personas plasmar sus pensamientos, y cada vez es más reconocida en la cultura del arte urbano.
“Los stickers los relaciono un poco más con la gráfica, pero caben dentro de las expresiones urbanas.
“Le ha dado la oportunidad a otras personas que se quieren expresar en la calle, hacerlo de una manera rápida, sencilla y sin comprometerse tanto en esta cuestión de la legalidad”, manifestó.
El sticker art tiene sus orígenes desde los años 70 como una alternativa más ágil de dejar una marca, ya que los grafiteros demoraban en pintar las paredes, y por ello eran detenidos por la Policía.
Al respecto, el promotor cultural Hugo Garza consideró que este arte urbano plástico es creativo para visualizar temas disruptivos, pero al mismo tiempo se convierten en una vía que no va acorde a los reglamentos en la vía pública, sobre todo en lugares como Barrio Antiguo, que tiene algunas de sus estructuras respaldadas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
“Es evidente que, en la mayoría de los casos que se ven en el Barrio Antiguo, transgreden la reglamentación del INAH, de Movilidad municipal y estatal, entre otros”, puntualizó Por su parte, el urbanista Raúl Salinas Jiménez señaló que el pegoteo de los stickers en las señales de tránsito significa un riesgo para los conductores.
“Si en un alto le ponen una señal de este tipo nadie lo va a ver, entonces van y chocan y causan muertes”, puntualizó el urbanista.