Monterrey.- Para evitar casos de rabia humana en Nuevo León, la Secretaría de Salud Estatal debe concentrar esfuerzos de prevención en las zonas rurales, de acuerdo con el biólogo Roberto Chavarría.
Entrevistado por ABC Noticias, el especialista explicó que en el sur de la entidad es común la presencia del murciélago vampiro, especie vector de la rabia que puede afectar a mamíferos, incluidos los seres humanos.
En febrero de este año, la dependencia local dio a conocer que se había detectado el virus de la rabia en murciélagos, hecho que ponía en riesgo a otros animales, silvestres, domésticos y semi silvestres.
Para Chavarría, además del reforzamiento de actividades preventivas fuera de la zona metropolitana de Monterrey, es necesario concientizar a los rescatistas voluntarios, para vacunar a perros y gatos inmediatamente después de su captura y antes de llevarlos a una vivienda, u ofrecerlos en adopción.
“Siempre ha habido presencia de rabia incluso en el ganado bovino, en el sur de Nuevo León. Allá existe el murciélago vampiro, que es hematófago. Este transmite el virus a la fauna como vacas, cabras, perros, y los perros y gatos están más en contacto con los humanos.
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“Se ha dado un incremento exagerado en la cantidad de adopciones de perritos y gatitos de la calle, que no es malo, es muy loable, pero no se hacen los exámenes correspondientes, no se ponen las vacunas correctas, o simplemente hay rescatistas voluntarios que los acogen en sus casas antes de llevarlos al veterinario, y ahí estamos creando un foco de infección de muchas enfermedades”, opinó.
México obtuvo la validación de erradicación del virus, transmitido por los perros, por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el 2019.
Para la distinción, es necesario comprobar que no se han registrado casos de transmisión de animales domésticos a personas durante dos años. El país ya había hecho la solicitud desde el 2016, y la última muerte de la que se tenía conocimiento ocurrió en el 2005.
Sin embargo, coincidentemente luego de la pandemia por coronavirus, se dieron a conocer seis presuntos contagios en distintas entidades, entre 2022 y 2024.
Chavarría coincidió con las declaraciones en el mes de febrero de Alma Rosa Marroquín, titular de la Secretaría, con respecto a que la inoculación descendió durante el confinamiento por COVID-19, pero estimó que una epidemia por esta enfermedad es poco probable.
“Es difícil actualmente porque tenemos las medidas y existen las vacunas, sí puede haber focos de infección, pero sí se puede extender el virus desde los animales ferales, por eso hay que tener a las mascotas resguardadas. Ni perros ni gatos deben andar en la calle.
“En cuanto dejas de prevenir, empieza la incidencia hacia arriba. No se ha dado, pero no se descarta que pueda darse”, destacó.
Cuando una persona recibe la mordedura del animal, mientras se encuentra con ejemplares silvestres al aire libre, como coyotes y mapaches, o conviviendo con perros o gatos que no han sido vacunados, debe lavar la zona a la brevedad con agua y jabón durante 15 minutos. Posteriormente, es necesario acudir a las instancias de salud para recibir el tratamiento.
El afectado puede permanecer varios días, semanas o meses sin presentar los síntomas. Pero para entonces, ya no hay nada qué hacer, pues la rabia tiene casi el 100 por ciento de letalidad, llegando al sistema nervioso.
Ante el desconocimiento, Roberto Chavarría instó a las dependencias de Salud y Parques y Vida Silvestre a integrar estudios de fauna silvestre en la periferia, y domésticos en las ciudades, para llevar control de las enfermedades transmisibles a la población, pues sostuvo que los esfuerzos de las autoridades han decaído.