Monterrey. - Lo que parecía un turno regular, en cuestión de minutos se convirtió en un caos ante la llegada repentina de al menos 35 personas heridas que fueron trasladadas a la clínica 7 del IMSS luego del desplome del escenario en un evento de campaña en San Pedro.
Aunque estuvo a punto de terminar su turno, la enfermera Luisa Corona decidió a quedarse más tiempo para apoyar con las labores de atención inicial para prolongar la esperanza de vida de algunos de los pacientes.
Ya al finalizar el turno, mientras esperaba a que la recogieran, la integrante del personal médico con un pan y un jugo en las manos, y tras advertir que por políticas de la clínica no les permiten hablar de esos temas, agregó que por momentos se vio rebasada la capacidad de la clínica.
Esto llegó al punto de que algunas personas fueran asistidas entre paramédicos y doctores a bordo de las ambulancias, mientras las sirenas de las patrullas que se abrían paso sobre el bulevar Díaz Ordaz, que arribaban al nosocomio, sorprendían a los pacientes ubicados en el área de urgencias.
Añadió que efectivos de la Guardia Nacional resguardaron los alrededores y entradas principales de la clínica 7, mientras que al interior se lidiaba con los heridos, dándole prioridad a los de lesiones más graves, con el dilema de asistir a quienes tenían más probabilidad de sobrevivir.
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“Sí fue demasiado, tuvieron que venir a apoyar de diferentes clínicas, como a las 08:30 comenzaron a llegar, la mayoría con traumatismos cráneo encefálico y golpes en la cabeza.Se dio principalmente la atención inicial por eso casi todos los trasladaron a la clínica 21”, expuso Corona ante la cercanía de guardias y supervisores del centro médico.
“Todavía hay algunos, pero la mayoría están en la clínica 21 en el centro de Monterrey, hubo momentos de mucha tensión”, señaló la integrante del personal médico.
Durante un recorrido realizado por ABC Noticias la mañana del jueves en los alrededores del inmueble de atención del IMSS, de manera extraoficial se indicó por parte del personal que había por lo menos dos pacientes mujeres que permanecían estables.
En los alrededores solamente se apreciaba el personal de guardia privada y el resto del panorama transcurría como cualquier otro día regular.