Monterrey.- La apreciación del peso mexicano en los últimos años ha generado interés y expectación a nivel mundial, pues durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador la moneda ha registrado un avance del 18%, llegando a las $16.7 unidades por dólar.
El dato contrasta con el balance que entregó el priista Enrique Peña Nieto, en cuya administración el peso perdió casi 60% frente al dólar.
Con el panista Felipe Calderón, la depreciación fue del 19% y con su correligionario Vicente Fox, la moneda nacional perdió -16 por ciento.
De acuerdo con diversas fuentes, en los últimos cinco años el peso es la moneda que más se ha apreciado, de las 20 más importantes del mundo.
El dólar no había estado tan barato para los mexicanos desde el año 2015, y el nearshoring, del que Nuevo León es el principal protagonista en el país, es uno de los factores más importantes, de acuerdo con analistas.
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“El precio del dólar obedece, como cualquier otra mercancía, a la oferta y la demanda. Y en el caso del dólar con respecto al peso mexicano, las características del mercado han cambiado considerablemente, permitiendo este fenómeno de apreciación del peso, que durante un tiempo se ha conocido como el ‘superpeso’.
“La recuperación económica post pandemia trajo una fuerte relocalización de la inversión hacia México, en particular en forma de industria localizada en la frontera, conocido también como nearshoring.
Un segundo factor que ha contribuido a fortalecer la moneda son las remesas”, explicó para ABC Noticias el economista Jorge Moreno.
Con lo anterior, se pueden observar avances como el alza en los empleos, y la capacidad de los mexicanos de adquirir con mayor facilidad bienes extranjeros.
Aunado a ello, México es utilizado como intermediario en materia de comercio internacional, y se usa la moneda local para realizar transacciones con Estados Unidos, nación con la que se tiene una posición privilegiada.
No obstante, hay dos grandes sectores que, de acuerdo con Moreno, pueden resultar con pérdidas debido a la apreciación del peso: el turismo y la exportación, pues el primero de estos representa el 9% del PIB.
“Los beneficios de tener un peso fuerte se perciben para los consumidores, en particular para los que tienen la oportunidad de vivir en fronteras y comprar mercancías en Estados Unidos".
Para las empresas, que ven reducidos sus costos de insumos, y para el consumidor de a pie, probablemente es que las empresas al poder conseguir insumos más baratos reduzcan sus costos de productos y servicios.
“Por otra parte, una de las principales críticas que tienen que ver con el superpeso es que se debilita el sector exportador mexicano, las empresas y los insumos mexicanos hacia el exterior se vuelven más caros.
Un segundo sector es el turismo, restándole competitividad a la economía mexicana”, detalló el también docente universitario.
Según la firma Latinometrics, dedicada al análisis de información de negocios en Latinoamérica, dado que los inversionistas extranjeros esperan que el peso continúe fortaleciéndose, le “inyectarán” más capital al país. Este año los rubros de manufactura y tecnología serán los grandes receptores de inversión extranjera.
Las próximas elecciones en México y Estados Unidos, por ejemplo, serán dos eventos que posiblemente causen incertidumbre y generen variaciones en el tipo de cambio.
A mediano plazo, Moreno señaló que quien suceda a López Obrador no tendrá que intervenir para continuar con la racha del morenista.
“Yo considero que la política cambiaria, por parte de cualquiera de los siguientes presidentes, va a seguir siendo respetar la autonomía del Banco de México, como principal organismo de certeza internacional en materia financiera, y no manipular el precio de esta moneda ni a favor ni en contra, sino dejarlo a la fluctuación de este mercado”, puntualizó el especialista.