Monterrey.- Aunque representa sin duda un riesgo a la salud por eventuales golpes de calor o cuadros de deshidratación, donde el año pasado por estas mismas causas 102 personas fallecieron, decenas de regiomontanos coincidieron en que prefieren “morir de calor a morirse de hambre”.
ABC Noticias realizó un recorrido donde se observó a distintos trabajadores que tienen que enfrentar las abrumadoras temperaturas al realizar sus actividades al exterior con el sol a plomo para ganarse el día a día.
Con sudadera y la capucha puesta, guantes plásticos, pantalón, botas, además de llevar encima un casco reglamentario y chaleco reflejante, mientras el sudor le entra en los ojos, Ángel Osorio comenta que de las 08:00 a las 17:00 “a como sea” tiene que terminar de pintar un negocio.
El ingreso económico para el bienestar de su familia y aprovechar que hay trabajo, es lo que le ayudan a soportar los poco más de 38 grados centígrados del mediodía que con el equipo y el movimiento dan una sensación térmica de más de 40 grados.
“Hay que andar bien cubiertos de todos lados, cabeza cuerpo todo, tomar bastante agua para poder hidratarnos bien, tenemos que estar de 8:00 a 5:00, pero se siente más por el calor y al estar todo cubierto se siente más calor, aunque a ratos hay que hacerte a la sombra.
“Ya está uno impuesto a trabajar afuera y con calor, así ya llevo 11 años en este oficio. De poder jalar en el interior estaría mejor a estar aquí en calorón, pero chamba es chamba y el dinero más que nada porque lo ocupamos siempre”, manifestó el trabajador.
Aunque generalmente se asocia los trabajos a cielo abierto con una baja escolaridad de quienes los desempeñan, también profesionistas como ingenieros y arquitectos pasan importantes periodos expuestos al sol, además de los albañiles que también “sudan la gota gorda”.
“No hay de otra, tienes que estar al pendiente, no siempre es trabajo de campo, pero gran parte del día tienes que estar en la supervisión de los proyectos, independientemente de cómo esté el clima, aunque nos estemos asando”, indicó el arquitecto Gerardo Martínez.