Monterrey.- Quienes buscan concebir uno o varios hijos a través de los métodos de reproducción asistida, corren el riesgo de caer en las manos equivocadas.
De acuerdo con especialistas y madres integrantes de la diversidad sexual, las problemáticas acechan a quienes buscan tener un bebé, y van desde el racismo, la estafa y hasta posibles daños irreversibles a la salud.
Ana de Alejandro, activista y asesora legislativa originaria de Monterrey, tuvo a sus hijos mellizos a través del método R. O. P. A. (en la que se utilizan óvulos de una pareja de mujeres, y se fecundan in vitro para conseguir embriones de la “madre genética” y transferirlos a la “madre gestante”) hace dieciocho años, la innovación de mayor costo económico en ese entonces.
En su opinión, la forma en la que se le presentaron los beneficios de la modalidad y de la elección del donador, alude a la eugenesia, que de acuerdo con la Real Academia Española es “el estudio y aplicación de las leyes biológicas de la herencia, orientados al perfeccionamiento de la especie humana”.
"Puedes ir a las clínicas y vas a ver que la muestra del donante extranjero te la venden más cara. Te hacen un estudio de la criatura que estás gestando para que no nazca con algún síndrome, puedes escoger el sexo del bebé, y es realmente como un mercado de la eugenesia.
“También creo que se ha hecho un énfasis en que las lesbianas se tienen que embarazar con el método R. O. P. A. Se generan altas expectativas eugenésicas prometiéndonos bebés rubios, se explota toda la violencia simbólica contra nuestras pieles morenas. Se genera el racismo del que no se habla. Es un énfasis en la gestonormatividad, una aporta el material genético y otra la gestación, para que así, y cito textualmente: 'las dos sean mamás'”, apuntó en entrevista para ABC Noticias.
En ese sentido, Nadia Garza, quien esperó junto a su esposa cuatro años hasta que se logró un embarazo por inseminación asistida, mencionó que en su proceso el matrimonio fue abordado por un médico que les ofreció esperma a menor costo, pues cada frasco que debían comprar en una clínica establecida ascendía a los 5 mil pesos.
“Nos estaba atendiendo en el Materno Infantil, nos dijo que tenía muestras con costos muy accesibles, con muestras de dudosa procedencia. Nos dijo que eran de estudiantes del Tecnológico de Monterrey, sin más detalles que eso.
También supimos de familias que iban a laboratorios, entre comillas, más económicos, pero sin regulación. El gancho estriba cien por ciento en el costo final del producto.
“Lo que nosotras sabemos es que tu familia es donde hay amor y apoyo. No te hace más o menos mamá que sea tu óvulo o no lo sea, no tiene que ver necesariamente con la genética. (Sobre las muestras de esperma provenientes de donadores "privilegiados") te ofrecen un catálogo con un precio por ser donadores mexicanos, y otro catálogo ‘premium’ al doble con donadores que te dicen que son extranjeros y qué características físicas poseen”, explicó la abogada.
Por su parte, el doctor Otto Valdés, especializado en reproducción y fertilidad, es falso que las parejas de mujeres sean incitadas a elegir un método en particular, pues asegura que cada paciente es distinto, y por consiguiente las alternativas también.
Si algo tiene claro desde que inició en el campo hace catorce años, es que, en la desesperación por traer al mundo a su descendencia, los pacientes son más vulnerables a estafas. O incluso, a volverse victimarios.
Al mismo tiempo, vino a su memoria el caso de dos mujeres indígenas tabasqueñas, que en 2017 concibieron bebés al ser madres por sustitución, contratadas por parejas extranjeras.
Sin embargo, fueron contagiadas de VIH y abandonadas a su suerte, mientras que uno de los tres bebés murió al poco tiempo por esa causa.
“Lo malo es que con las ilusiones puede jugar cualquiera, y si le tienes fe al que está del otro lado del escritorio, te pueden vender espejitos, ser un fraude. Todo puede ser posible, cuando tienes una ilusión y te agarras de algo te puedes tomar hasta el vino de la fertilidad del Mercado Juárez.
“Debemos de tener muchos estudios de infecciones, psicológicos, perfiles genéticos, para que una muestra de esperma esté bien, he tenido pacientes que han recibido muestras que no creo que hayan sido sometidos a esos estudios para que no tengan esos riesgos”, apuntó el especialista.
La ginecóloga Melissa López se ha enterado por medio de las futuras madres que llegan a su consultorio, que hay médicos que no se dedican a la reproducción, pero ofertan servicios de inseminación asistida.
“Hay mucho chantaje, mucha falsedad. Me tocó una paciente que me pasó una página que decía que se podía lograr un embarazo por in vitro, pero de manera natural. Les aseguraban que iban a quedar embarazadas, me puse a revisar y ningún médico era ni ginecólogo”, apuntó.