Monterrey.- Las dificultades económicas, la búsqueda de satisfacer otros intereses, la postergación del matrimonio y la conciencia sobre salud mental son parte de los motivos por los que cada vez más regios deciden no tener bebés, señalan especialistas y parejas jóvenes.
Si bien no es una situación característica de la entidad, sino una tendencia mundial, en los últimos 20 años la tasa de natalidad nuevoleonesa presenta una baja, pues de tener 2.3 hijos en promedio en el año 2000, se pasó a 2.1 en el último censo realizado en el 2020.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), aunque la tasa en la entidad ha ido en descenso, Nuevo León se mantiene con un promedio de 1.6 hijos por mujer, debajo de estados como Guerrero, Zacatecas, Oaxaca, Michoacán, Durango y Nayarit, entre otros, que superan los 2 hijos por mujer. Liliana Toca y Alberto Guerra tienen 35 años de edad, y 7 de matrimonio.
Ambos son diseñadores gráficos, y ella además es microempresaria. Su decisión se dio desde el noviazgo: no buscarían tener descendencia. En comparación con su esposo, lo más difícil para Toca ha sido enfrentar los cuestionamientos y descalificaciones familiares.
“Egoístamente estoy poniendo en primer lugar la calidad de vida para mi pareja y para mí, en el tiempo que tengamos en este mundo. Para nosotros esa calidad a la que me refiero no incluye ser papás, ni nos hace falta para sentirnos ‘completos’ o como una familia. No me quiero convertir en esa persona que te dice: ‘amo a mis hijos, pero no los tengan, así están mejor’.
“Preferimos aprovechar mejor las etapas de nuestra vida en las que tenemos la energía, salud y recursos en general para nosotros mismos. Hay gente que dice: ‘es que no quieren batallar’. Pues, precisamente”, opina Guerra.
Miriam Tienda tiene 30 años, es artista y maestra de inglés. Atiende el teléfono. De su lado se escuchan voces infantiles, juegos, el recreo de un turno vespertino. Ninguno de esos niños del fondo es hijo suyo.
“Siento que todavía no tengo estabilidad económica, a pesar de que tengo un trabajo estable, con lo que gano no es suficiente para traer una criatura al mundo. He preguntado cuánto cuesta un paquete de maternidad, en hospital privado cuesta como $60 mil pesos, además de la manutención de un bebé. Con $50 mil pesos, yo mejor pagaría el enganche de un carro compacto”, dice.
Para el psicólogo y docente Abdúl Caballero, las relaciones interpersonales han cambiado en la era digital, además de que se ha acrecentado el número de personas que priorizan su estabilidad psicológica.
“El noviazgo ya no es tan común. Considero que después de la pandemia bajó la capacidad para socializar y encontrar pareja, tienden más a las relaciones en línea.
“Hay un porcentaje de jóvenes que muestra cierta conciencia sobre la situación social, sobre las violencias, la escasez de recursos o trabajo (condiciones adversas), vienen arrastrando trastornos”, señala.
En eso coincide el también catedrático Emmanuel Talancón, citando a sociólogos como el surcoreano Byung-Chul Han y el polaco Zygmunt Bauman, en una crítica contra la cultura del consumo y el placer inmediato.
“Están los que dicen que no quieren porque les va a quitar tiempo, que es un acto más individualista. Bauman dice que hay una sociedad líquida y un amor líquido. (Si tengo hijos) ‘ya no voy a poder viajar tanto, ir a conciertos’. Son acciones que duran muy poco, pero les genera un placer inmediato”, explica.