Monterrey.- A fin de evitar daños en las plantas tratadoras de aguas residuales, a partir de noviembre, Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey “apretará el cinturón” a los restaurantes y demás negocios que descarguen agua contaminada al sistema de alcantarillado con una nueva norma.
Se trata de la Norma Ambiental NAE-SMA-011-2024 en la cual se pasa de dos a siete parámetros para medir y limitar la cantidad de toxinas que puede contener el líquido que se envía al drenaje.
Además de las grasas y los aceites, el Estado vigilará otros cinco parámetros en las descargas: la conductividad, el nitrógeno, las sustancias activas al azul de metileno, la demanda química de oxígeno, y el fósforo total.
En entrevista para ABC Noticias, el subsecretario de Medio Ambiente, Javier González Alcántara, detalló que, aunque la nueva normativa aplica tanto para negocios como para residencias, los restaurantes que usan grandes cantidades de aceite suelen tener más contaminantes en sus descargas y, por lo tanto, son más susceptibles a exceder los límites de sustancias tóxicas. En la misma situación pueden encontrarse los talleres mecánicos.
“Generalmente las personas que habitan un domicilio no emiten esta cantidad de contaminantes. Estas inspecciones se hacen más en restaurantes o industrias que sabemos que por su giro tienen algún tipo de descarga.
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“Aquí lo que le pediría a la gente es que las grasas y los aceites los recolecten antes de tirarlos a la red. Hay centros y servicios que te ayudan con eso”, dijo el funcionario.
Para González Alcántara, esta nueva regla podría compararse con identificar una manzana podrida no sólo a través de su color, sino también a través de su aroma.
“Lo que estamos haciendo es perfeccionar la norma vigente con nuevos indicadores que nos van a permitir tener mayor certeza de que el agua que se descarga permite que las plantas de Agua y Drenaje puedan tratar esa agua".
“Te voy a poner un ejemplo burdo: tú puedes saber si una manzana está podrida por el color que tiene. Ahora lo que estamos haciendo es también medir si está podrida por el olor, es decir, un indicador más para saber si el agua es apta para estar en la red”, agregó.
De acuerdo con el subsecretario de Medio Ambiente, la nueva normativa tiene por objetivo prevenir daños en las plantas tratadoras de aguas residuales del Estado.
“Si se detecta alguna anomalía en la red, se procede a hacer una inspección y, en caso de que se pase la normativa, se sanciona, porque si permitimos descargas con contaminantes excesivos llega un punto en que perjudican las plantas, y eso se ve traducido en un costo para Agua y Drenaje”, comentó.
Se contempla que la nueva norma, a fin de incluir cinco nuevos parámetros para la vigilancia de descargas de agua al alcantarillado, sea publicada en noviembre del presente año, entrando en vigor a partir de abril del 2025.