Desde Monterrey, Rigoberta Menchú llama a acabar con la discriminación y la violencia

Rigoberta Menchú participó en el panel “Enfrentando la violencia y la delincuencia: la guerra silenciosa” celebrado en la Cumbre Mundial de Premios Nobel de la Paz en Monterrey.

Rigoberta Menchú, ganadora del premio Nobel de la Paz en 1992.
Rigoberta Menchú, ganadora del premio Nobel de la Paz en 1992. Créditos: Cortesía.
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Monterrey.- Los gobiernos y la sociedad deben erradicar la impunidad y revertir los factores que permiten el origen y desarrollo de bandas criminales, para así evitar que se genere violencia y desplazamiento de las personas, esto durante la Cumbre Mundial de Premios Nobel de la Paz en Monterrey. 

Esto fue lo que propusieron los integrantes del panel “Enfrentando la violencia y la delincuencia: la guerra silenciosa”, en el cual participaron funcionarios públicos, activistas sociales, como la ganadora del premio Nobel de la Paz en 1992, Rigoberta Menchú.

Los integrantes de la mesa plantearon soluciones, así como reformas políticas, aplicación de la ley, participación comunitaria, y la cooperación internacional, con soluciones innovadoras impulsadas por la tecnología que deberían de implementar los gobiernos de diversos niveles, en alianza con la sociedad civil y el sector empresarial.

El experto financiero y en seguridad, David Romero, mencionó que el crimen organizado se origina porque es un negocio redondo, y en parte, crece en donde hay ausencia de autoridad.

“La impunidad es el mayor factor para generar violencia hacia las personas, ya que la justicia no compensa a la víctima, ni el castigo es severo hacia el delincuente”, mencionó.

Para erradicar este problema, propusieron ofrecer una mayor educación, oportunidades de trabajo, desarrollo bien remunerado, todo esto para evitar delincuencia y acabar con la desigualdad que genera tensión social.

Rigoberta Menchú dijo que, tras varios años de lucha social y activismo, no ha habido avances importantes para eliminar la discriminación social, la violencia tanto de género como étnica y la impunidad.

“Podemos cambiarlo si unimos esfuerzos y fortalecemos la educación, acabaremos con la intolerancia e impunidad”, aseguró Menchú.

La guatemalteca mencionó que, aún existiendo marcos jurídicos más rígidos para prevenir y castigar a los delincuentes, estos no funcionan y ceden los espacios a la impunidad, la corrupción en todos los niveles de gobierno y a la sociedad.

“¿En manos de quiénes están las leyes? Las leyes no son malas, sino quienes no las aplican de manera incorrecta”, expresó.

 

Hizo un llamado para quienes acumulan alguna riqueza monetaria, la compartan para contribuir a la paz en la sociedad.

“Si tienes dinero haz algo por la paz, estoy cansada de los análisis y propuestas que no llegan a concretarse. Soy una persona de acción y la acción lleva a las soluciones”, exhortó la Premio Nobel de la Paz.

De acuerdo al representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en México, Giovanni Lepri, más de 220 millones de personas ha sido desplazadas en diversas regiones del mundo por la violencia, más de la mitad de ellas lo hacen para huir de las bandas criminales.

Lepri hizo un llamado a la sociedad en general a visibilizar a los desplazados y ser tolerantes con ellos asegurando que ellos “son personas amenazadas y no amenazas”.