Exhiben plástica colonial sobre biombos en el Museo de Historia Mexicana

La exposición “Biombos y castas: pintura profana en la Nueva España” es una radiografía de la sociedad novohispana que estará abierta al público hasta el 23 de febrero de 2025.

Exhiben plástica colonial sobre biombos en el Museo de Historia Mexicana
Exhiben plástica colonial sobre biombos en el Museo de Historia MexicanaCréditos: Especial
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Monterrey.- Aunque todavía no se llamaba nearshoring, hace cuatro siglos, México ya estaba conectado con Asia a través del comercio, y prueba de ello es una artesanía que tenían en común China, Japón y la Nueva España: los biombos decorativos.

De manera similar, mucho antes de que existiera el Inegi, los habitantes del México colonial ya buscaban responder quién reside en el país y cómo vive, dando lugar a las famosas Pinturas de Castas, las cuales han sido conservadas en Monterrey gracias a mecenas como la familia Garza Sada.

Estas son las expresiones artísticas del virreinato que serán dadas a conocer a partir de este miércoles, a las 19:00 horas, en la exposición "Biombos y castas: pintura profana en la Nueva España", del Museo de Historia Mexicana.

Al respecto, Pedro Ángeles Jiménez, curador del proyecto, explicó que se trata de un ángulo poco conocido del arte novohispano, pues ha tenido un mayor eco la pintura de carácter sacro, la cual perduró en los retablos y conventos católicos de los siglos XVII y XVIII.

“Tenemos una exposición que nos habla de la pintura novohispana desde una perspectiva distinta. También había otras cosas qué contar, y hay dos maneras que lo demuestran: la pintura de castas y los biombos”, dijo el especialista en historia del arte.

Así como hoy en día llegan de Asia celulares o computadoras, los virreyes recibían de parte de los emperadores asiáticos biombos decorativos de papel o seda, donde se solía retratar la naturaleza o las batallas de la época, y que además servían para separar habitaciones amplias.

Para llegar hasta México, los biombos debían transportarse en barcos durante cinco meses, en una ruta marítima conocida como el Galeón de Manila, que cruzaba el océano Pacífico una o dos veces por año.

“Es de Japón y China de donde viene la tradición del biombo, que quiere decir ‘aire detenido’. Sobre las sedas o los papeles se pintaban escenas naturalistas, pero también batallas, y en estos intercambios diplomáticos, los principales caciques y emperadores asiáticos enviaban biombos.

“El mueble llega a México desde el siglo dieciséis, en su forma tradicional, y es muy apreciado porque permitía dividir recámaras amplias”, agregó Ángeles Jiménez.

Por otro lado, las pinturas de castas, de acuerdo con el curador, representaban más que nada un fenómeno artístico y comunicativo, en el cual se abordaba una pregunta clave: ¿Quién vive en la Nueva España?

En ese sentido, Ángeles Jiménez considera que, si bien, el virreinato implicó grandes injusticias, la vida novohispana era mucho más compleja que una dinámica de oprimido y opresor, situación que se refleja en las pinturas de castas, donde se retrató la diversidad racial del virreinato, incluyendo a españoles, indígenas, criollos, mestizos, negros, mulatos y un sinfín de denominaciones.  

“Hay dos genealogías (españoles e indígenas) que producen una diferente. Hubo grandes injusticias, pero quiero poner esto en contrapeso, porque debemos defender un solo discurso de la vida novohispana. La vida novohispana fue mucho más compleja de lo que nos imaginamos, y las castas son esta ventana que nos permite mirar más allá”, agregó el curador de arte, Pedro Ángeles Jiménez.

La exposición “Biombos y castas: pintura profana en la Nueva España” permanecerá en el Museo de Historia Mexicana hasta el 23 de febrero del 2025, de martes a domingo. La entrada al público en general es de 40 pesos.