Nuevo León.- A un año de su creación, el Programa Integral de Gestión de Calidad del Aire (Pigeca) del Gobierno del Estado falló en limitar el promedio anual de partículas PM2.5 a 19.2 microgramos por metro cúbico, pues la concentración de estas en el 2024 fue superior a lo prometido por 9.3 por ciento.
Con un promedio anual de 21 microgramos por metro cúbico de partículas finas menores a 2.5 micrómetros, inclusive, los niveles de contaminación de la zona metropolitana de Monterrey excedieron por un 4.4% lo pronosticado por las autoridades estatales en un escenario sin la implementación del Pigeca.
El programa de la Secretaría de Medio Ambiente, que encabeza Alfonso Martínez Muñoz, estima en su página 260 los promedios anuales de partículas PM2.5 hasta el 2033, comparando dos escenarios: uno en el que se implementa el Pigeca y otro en el que no.
Para el 2024, en el documento se pronostica un promedio de 19.2 microgramos por metro cúbico con la implementación del Pigeca, y de 20.1 microgramos por metro cúbico sin la implementación del mismo.
Lo anterior quiere decir que el año pasado hasta se rebasó la segunda cifra. Las partículas finas menores a 2.5 micrómetros, cabe recordar son consideradas las más peligrosas para la salud, puesto que, al ser tan pequeñas, se depositan en órganos vitales, causando padecimientos respiratorios y cardiovasculares graves.
“Promedios anuales 2024 de PM2.5 en las estaciones de monitoreo atmosférico del área metropolitana de Monterrey: promedio global fue de 21 microgramos por metro cúbico”, informó el Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire.
Si bien, la Secretaría de Medio Ambiente ha podido presumir la adherencia de 170 empresas al Pigeca, así como constantes inspecciones a las pedreras, sigue pendiente que la refinería de Pemex, en Cadereyta, se comprometa a reducir sus emisiones contaminantes.
Un total de $5 millones 602 mil pesos costaría implementar las medidas de prevención y control de emisiones que el Pigeca propone para la refinería.
Tampoco cumplen con calidad de gasolina
Otra meta incumplida del Pigeca, hasta el momento, es la de “garantizar el suministro de gasolinas de calidad clase AA en los 18 municipios de la zona metropolitana” a través de la modificación de la norma NOM-016-CRE-2016, con la que el Gobierno federal le asigna a Nuevo León combustibles de mala calidad.
De acuerdo con Javier González Alcántara, subsecretario de Medio Ambiente, dicha modificación está atorada porque las cabezas de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) están muy ocupadas preguntándose si esta dependencia federal seguirá existiendo.
“Siendo muy honesto, la realidad es que ellos todavía ni siquiera saben si sí van a desaparecer o no van a desaparecer. Está habiendo muchos ajustes por parte del Gobierno federal”, dijo el funcionario.