Monterrey.- El trasvase anual de Nuevo León a Tamaulipas para la agricultura, que se creía olvidado gracias a la tormenta Alberto, sucedió de todas formas, con el embalse tamaulipeco rebosante, y sin que ninguna autoridad lo anuncie de manera oficial.
Y es que el agua que se está desfogando de El Cuchillo desde el pasado martes no se está usando para abonar a la deuda hídrica de México con Estados Unidos, sino que se está usando para el riego del Distrito 026, de acuerdo con Pedro Garza, ex titular del Organismo de Cuenca Río Bravo de la Conagua.
En entrevista para ABC Noticias, el también diputado federal panista detalló que la Conagua revisa tres veces al año que una grieta en la cortina de El Cuchillo –que existe desde hace dos décadas– no se haya agravado, razón por la que se hizo el desfogue, pero ya se confirmó que sigue igual, sin riesgo alguno.
Por lo tanto, el funcionario hizo un llamado a que ya se cierren las compuertas del embalse neoleonés, y desmintió lo declarado por Raúl Quiroga, titular de Recursos Hidráulicos de Tamaulipas: no existe una falla grave en su cortina por la que necesite un llenado menor a su Nivel de Aguas Máximas Ordinarias.
Tal como lo ha explicado la Conagua anteriormente, la delimitación de un Nivel de Aguas Máximas Ordinarias (NAMO), así como de un Nivel de Aguas Máximas Extraordinarias (NAME), les da a las autoridades un margen para desfogar los embalses a tiempo y evitar riesgos.
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Esto significa que la existencia de algún mandato en el que se establezca que El Cuchillo deba tener un almacenamiento inferior a su NAMO contradiría a la misma Conagua.
El NAMO de El Cuchillo es de mil 123 hectómetros cúbicos, mientras que el NAME es de mil 784 hectómetros cúbicos. El llenado actual de la presa es inferior al NAMO por un uno por ciento: de mil 115 hectómetros cúbicos.
“Desde que estaba yo en la Conagua (del 2004 al 2011) había una grieta en la cortina, entonces verificaron que no haya avance en ese daño; normalmente eso se hace dos o tres veces al año. Cuando el agua está muy arriba, hay que desfogar para poder detectar movimientos en la cortina y compuertas.
“La grieta sigue igual; no hay peligro. Ya lo vieron y no hay nada; deberían cerrar las compuertas, pero hoy por hoy van a aprovechar para almacenar más en la Marte R. Gómez y regar el distrito 026. Yo pediría que se cierren cuanto antes, y no tener que sufrir los estragos de hace dos años.
“El Cuchillo tiene una capacidad adicional de seguridad, de hasta mil 700 hectómetros cúbicos (el Nivel de Aguas Máximas Extraordinarias), para una emergencia”, dijo Garza.
Existe, desde 1996, un convenio entre Nuevo León y Tamaulipas en el que el primero está obligado a cederle anualmente al segundo al menos 180 hectómetros cúbicos en caso de Tamaulipas no cuente con suficiente agua en la Marte R. Gómez, pues este recurso es fundamental para el riego de cultivos.
Sin embargo, desde el pasado 21 de julio, el embalse tamaulipeco alcanzó el llenado mínimo para que el trasvase no sea necesario, y este martes amaneció al 110 por ciento.
El desfogue de El Cuchillo fue reportado por la Conagua el 8 de enero por la mañana, en su informe diario sobre los embalses, pero nunca se explicó el motivo oficialmente. Un día antes, Quiroga Álvarez aseguró que había riesgo de desbordamiento en el embalse debido a una falla estructural en su cortina.
A partir del pasado 28 de diciembre, el embalse tamaulipeco comenzó a verter para el riego de los distritos 025 y 026, por lo que, aunque Nuevo León le ha enviado 88.5 hectómetros cúbicos al corte del 14 de enero, su almacenamiento sólo ha recuperado 4.5 hectómetros cúbicos en siete días.
Se solicitó entrevista con Luis Carlos Alatorre, quien encabeza el mencionado Organismo, así como con el titular de la Conagua a nivel federal, Efraín Morales, acerca de la declaración de Quiroga Álvarez, dado que no se ha confirmado la supuesta falla en El Cuchillo. Hasta el momento, no se ha obtenido respuesta.
El pasado 8 de enero, ABC Noticias publicó que es poco probable que la presa El Cuchillo tenga una falla estructural grave en su cortina como lo declaró Quiroga Álvarez, de acuerdo con el hidrólogo Alfredo González.