San Nicolás.- Una vecina de la colonia Rincón de Anáhuac en el municipio de San Nicolás, está a punto de abandonar la casa que por más de 37 años fue su hogar debido a los riesgos que representa vivir a un kilómetro de una empresa como Zinc Nacional.  

En medio del llanto y la incertidumbre, esta madre y esposa de 57 años contó para ABC Noticias que padece una delicada condición de salud derivada de un trasplante pulmonar, y luego de revelarse que la empresa Zinc Nacional contamina con plomo a sus vecinos, su neumólogo le pidió mudarse.

La empresa Zinc Nacional fue clausurada por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) luego de que el 14 de enero una investigación periodística del periódico The Guardian y Quinto Elemento Lab reveló la contaminación que emite de metales pesados como plomo, arsénico y cadmio.

La mujer y su familia, quienes solicitaron el anonimato para contar su historia, están analizando la situación porque además del aspecto emocional, la situación financiera es un factor que afectará su futuro con un cambio de residencia.

“Esta decisión que tenemos que tomar es una decisión de vida, no es porque la casa no me guste o que no, es de vida, no tengo otra opción. Me puedo quedar aquí, pero es probable que mis años de vida se vean reducidos o me mantenga expuesta, y pues yo no creía que una empresa nos afectara tanto.

“Uno dice: bueno, me quedo aquí, pero también tengo que ser responsable; Dios me dio la oportunidad de tener estos nuevos pulmones, esta nueva oportunidad de vida, pero tengo que cuidarla, no la voy a desperdiciar por un tema de apego emocional”, afirmó.

Mientras observa una imagen de la virgen de Guadalupe y con hablar agitado, la mujer cuenta que en el año 2021 le diagnosticaron fibrosis pulmonar idiopática, la cual se agravó con el Covid e incluso llegaron a calificarla como enfermedad terminal.

“En enero del 2021 enfermé, en mayo del 2021 me diagnostican con enfermedad terminal y la única opción para mí era el trasplante; estamos hablando que habiendo estado funcional y sana, cuatro meses después ya tenía un diagnóstico de enfermedad terminal”, detalló agobiada la mujer.

Entre lágrimas, asegura que lo más difícil de la situación no es vender su casa, sino alejarse de los amigos que ha hecho durante los 37 años que ha vivido en la colonia, pues tanto ella como su familia son muy sociables.

La mujer cuestionó la función y el propósito que cumple una empresa en la sociedad, pues dijo que, en su lugar, ella no viviría tranquila al saber que se están enfermando personas.

“Yo creo que un indicador básico va a ser pruebas de salud… si yo fuera dueña de una empresa y estar sabiendo que estoy matando o enfermando gente, no me imagino que esa sea la misión de una empresa” afirmó.

Por ahora, esperan los resultados de estudios médicos que deben realizarse cada año para conocer la evolución del trasplante para tomar decisiones, dichos resultados serán entregados este mes de febrero.  

Las finanzas también resultan afectadas

El tema financiero es otro obstáculo que deberá sortear la familia de esta mujer, pues el trasplante que se realizó en 2022 tuvo un costo de 12 millones de pesos más los honorarios de los médicos, cantidad que pudo pagar gracias al seguro de gastos médicos mayores que le pagaba la universidad donde trabajaba.

Tras el desgaste financiero, la mujer asegura que ya no les es posible atender otra complicación de salud, por lo que se ven obligados a atender las recomendaciones médicas de buscar una nueva residencia, pues sería una irresponsabilidad permanecer en una zona contaminada después del proceso médico que enfrentó y que también la afectó laboralmente, pues tuvo que dejar su trabajo.

“Cuando yo me quise incorporar de manera presencial me costaba mucho y mis compañeros se daban cuenta; en el Seguro Social me evaluaron y determinaron que yo había perdido funciones para mi vida laboral activa y me pensionaron por invalidez”, detalló.

Por el momento, el matrimonio está revisando opciones en lo que reciben los resultados médicos anuales del trasplante y al mismo tiempo asimilando la difícil decisión que están por tomar.