Escobedo.- De ser enfermera en el IMSS, con título y cédula, Catalina Favela actualmente se encuentra internada en el Centro de Reinserción Social Femenil por el delito de secuestro, y aunque lleva 13 años dentro, asegura que nunca ha sentido el peso del tiempo.
A sus 39 años, esta mujer de tez blanca, cabello café y ojos cafés oscuros era una persona sin objetivos y creía que, omo ya tenía una carrera, ya lo era todo. Sin embargo, en entrevista exclusiva para ABC Noticias al interior del centro penitenciario, específicamente en la biblioteca, sentada con un cojín en la espalda, aseguró que eso no la definía y estar todos estos años recluida la ayudó para poder encontrar su verdadero yo.
Favela se graduó de enfermera en el 2008, comenzó a trabajar en el IMSS y hubiera podido seguir con ese empleo de no ser por las malas compañías, pues tres años más tarde fue arrestada e internada en un penal de Nuevo León.

“Las malas compañías que sí terminan influyendo. Trabajaba en el IMSS, era enfermera. Yo en el 2008 me gradué de enfermera y continúe trabajando en el IMSS. Tengo una tía que siempre estuvo bien encima de mí, para que continuara con mi trabajo”, dijo.
Y aunque lleva tiempo siendo reclusa, apenas el año pasado le confirmaron su sentencia de 50 años, pero declaró que no siente el peso del tiempo, ya que trata de vivir el día a día.
“Traigo 50 años. Me siento libre, ligera, no siento los 50 años, no los traigo, de hecho, he recorrido 13 años y medio. Acabo de meter mi amparo, todo ese tiempo me lo llevé en proceso, tengo apenas un año con la sentencia confirmada.
“Nunca me he sentido con el peso de los años, nunca los pienso, yo vivo el día, vivo mi día, todos los días le agradezco a Dios y yo sé que ya estoy a nada de irme. Yo sé que mi tiempo aquí ya va a terminar. Pienso en mi reinserción, siento que todo esto que me ha ayudado y que me ha cambiado, sé que también lo va a ver la gente afuera”, afirmó.
Con un tono de voz nerviosa y entrecortada, a punto de llorar, Favela declaró que al salir de ese lugar lo primero que hará será recuperar su trabajo y su pasión por ser enfermera, ya que el amor por su profesión nunca se fue.
Finalmente, con un tono de voz triste, mencionó que el error que cometió para terminar en el Cereso no la define como persona y estar en ese lugar es solamente para encontrarse a sí misma.