Monterrey.- La molestia de alcaldes por obras de drenaje inconclusas y calles abiertas durante semanas en sus municipios tuvo eco en el nuevo director de Agua y Drenaje, Eduardo Ortegón, quien de inmediato enfrentó la problemática al asumir el cargo el pasado 23 de septiembre.
Para revertirlo, emprendió una reestructura interna profunda, que abarcó desde las cuadrillas de campo hasta mandos directivos, con el objetivo de acortar los tiempos de reparación.
“Había desorganización; se terminaban los trabajos y las calles quedaban abiertas por semanas, incluso meses. Eso ya no puede seguir así”, aseguró Ortegón.
Como parte de esta estrategia, sostuvo reuniones con Daniel Carrillo (San Nicolás), César Garza Arredondo (Apodaca), Gerardo Guzmán (Linares) y David Sánchez (General Terán), además de programar encuentros con Deyanira Martínez (Zuazua) y las administraciones de Monterrey y García, donde también se concentran rezagos en drenaje y alcantarillado.
En entrevista con ABC Noticias, Eduardo Ortegón reveló que actualmente la paraestatal atiende el 99 por ciento de los reportes ciudadanos en menos de 48 horas, una meta que busca mantener y extender a todos los casos.
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Reconoció que uno de los frentes prioritarios es reducir el volumen de agua no contabilizada, por lo que han comenzado a utilizar inteligencia artificial y otros recursos tecnológicos para monitorear en tiempo real el sistema hidráulico y garantizar un control eficiente del recurso.
Además, se está reemplazando la infraestructura de la red de drenaje que ya superó su vida útil.
Por último, el director de Agua y Drenaje se ha comprometido a garantizar el suministro de agua en García, municipio que presenta problemas por un crecimiento urbano que ha superado la infraestructura proyectada.
Según Ortegón, la raíz del problema no está únicamente en construcciones irregulares, sino en que se otorgaron factibilidades que superaron la disponibilidad real de agua.
“Más que por construcciones sin factibilidad, se dieron factibilidades desproporcionadas a la infraestructura disponible??, explicó.
En este contexto, garantizar el abasto en García se ha convertido en una prioridad a corto plazo, sin descuidar el servicio en el resto de la zona metropolitana.
La meta: mantener el ritmo de atención en menos de 48 horas y reducir los reportes críticos que afectan la percepción ciudadana.