San Antonio, Texas.- Agua y Drenaje de Monterrey (AyD) y el Banco de Desarrollo de América del Norte (NADBank) cerraron un acuerdo de financiamiento por 300 millones de pesos destinado a la modernización de infraestructura hídrica en Nuevo León. El crédito busca renovar elementos críticos que no se habían actualizado en décadas.
El acuerdo fue firmado en la sede del Banco en San Antonio, con la participación de John Beckham, titular del organismo financiero, y Eduardo Ortegón Williamson, director de AyD. El crédito será canalizado mediante COFIDAN, el conducto financiero autorizado para operar con organismos públicos, en cumplimiento de la Ley de Disciplina Financiera.
Aunque la cifra asegurada representa un respaldo significativo, solo cubre el 15.5 por ciento de la inversión total proyectada, que asciende a mil 934 millones de pesos. El resto del financiamiento necesario para el proyecto deberá completarse con otros créditos que aún se encuentran en proceso de formalizarse.
La apuesta principal del proyecto se centra en rehabilitar y ampliar 18 kilómetros del Acueducto Monterrey V, también conocido como Anillo de Transferencia II. Esta pieza es crítica para mantener el equilibrio en el suministro y evitar fluctuaciones en la presión del agua.
Otras obras previstas incluyen la edificación de tres tanques de almacenamiento de 10 mil metros cúbicos cada uno, así como la modernización de estaciones de bombeo en la zona poniente. Además, se realizará el reemplazo de tuberías y colectores en 113 tramos donde las fallas operativas se han vuelto costumbre.
Desde AyD se afirma que estas intervenciones tienen como objetivo específico "modernizar infraestructura crítica, reducir fallas operativas y fortalecer la confiabilidad del servicio". La entidad asegura que el proyecto permitirá estabilizar presiones y mejorar la capacidad de respuesta ante el crecimiento urbano.
El NADBank realizará revisiones trimestrales para evaluar el uso de los recursos y el avance físico de las obras. Los trabajos fueron aprobados por el Banco el 3 de septiembre tras un análisis técnico y ambiental.
Las acciones se ejecutarán sobre infraestructura ya existente, lo que, según las autoridades, reducirá tiempos y costos. Sin embargo, la exigencia ciudadana es que estas reparaciones se traduzcan en un servicio confiable que deje de depender de parches y arrastres históricos.