Monterrey.- Sebastián, un joven regiomontano de 25 años dedicado a la ilustración digital, lleva medio año luchando contra un cáncer de mama agresivo que ha afectado su vida en todos los sentidos: físico, emocional y económico.
Su batalla no ha sido fácil, y ahora enfrenta un reto financiero que pone en riesgo su continuidad en el tratamiento.
Desde el inicio de su enfermedad, el costo de las consultas, estudios y hospitalizaciones ha ido en aumento.
Actualmente, requiere reunir 200 mil pesos para poder continuar con el tratamiento médico que le permita combatir el cáncer de manera efectiva.
Ante esta situación, amigos, familiares y personas solidarias han iniciado una campaña de recolección de fondos en plataformas de ayuda, con la esperanza de reunir los recursos necesarios para su recuperación.
Su historia comenzó cuando, tras un dolor persistente en el pecho, acudió al médico. En un inicio, se creyó que padecía mastitis, pero una biopsia confirmó el diagnóstico de cáncer de mama.

Desde ese momento, su vida cambió por completo. Recibió quimioterapia, pero el tumor no respondió como se esperaba, lo que obligó a modificar el tratamiento e incorporar radioterapia.
En diciembre de 2024, compartió en redes sociales la urgencia de conseguir fondos, pues sus ganglios linfáticos crecieron de manera alarmante en solo una semana, requiriendo atención inmediata.
A finales de ese mes, fue sometido a una cirugía para extraer los ganglios linfáticos, lo que derivó en linfedema en su brazo derecho, afectando su movilidad.
Ahora, enfrenta una larga rehabilitación que podría extenderse hasta un año.
“Apenas empezaré con rehabilitación para poder volver a usar el brazo y poco a poco comenzar a poder usar mi mano”, escribió en sus redes.
El 15 de enero de 2025, su situación se agravó cuando sufrió una trombosis severa en el brazo afectado, lo que lo llevó a ser hospitalizado de urgencia.
Desde el hospital, compartió el dolor extremo que ha vivido.
“Han sido días de gritos traumáticos. Esto superó la quimioterapia por 1000 veces”, relató.
Antes de enfermar, Sebas trabajaba en comisiones de ilustración digital, pero su condición lo ha obligado a posponer entregas, limitando sus ingresos.
La campaña de recaudación es su principal esperanza para continuar su tratamiento y recuperar su vida.