Monterrey.- A través de sus redes sociales, la exgimnasta Itatí Cárdenas rompió el silencio y aseguró que nunca otorgó el perdón a Eduardo Damazo Rodríguez Hinojosa, entrenador de gimnasia acusado de abuso sexual.
“Yo soy esa niña que denunció al entrenador Eduardo Damazo Rodríguez Hinojosa en 2015 y nunca otorgué el perdón. Por mí y mis compañeras de equipo de gimnasia”, publicó la joven.
Sus declaraciones surgen luego de que el Fiscal General de Justicia de Nuevo León, Javier Flores, informara que en 2015 se abrió una carpeta de investigación contra Damazo por atentados al pudor.
Sin embargo, el caso fue cerrado debido a que supuestamente la víctima otorgó el perdón, permitiendo que el entrenador continuara en su cargo durante los siguientes años.
Este domingo, dos exgimnastas de Nuevo León hicieron públicas sus denuncias contra el entrenador, acusándolo de abuso sexual cuando eran menores de edad. Tras la viralización del caso, más jóvenes han compartido sus testimonios en redes sociales.
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Fernanda López y Camila Flores fueron las primeras en alzar la voz, relatando que sufrieron abusos de Damazo durante años en el gimnasio Klass, propiedad de la madre del presunto agresor.
Ambas aseguraron que los ataques también ocurrieron en casas de amigas e incluso en una Olimpiada Nacional. A sus denuncias se sumaron las de Natalia Hernández, quien afirmó que fue víctima desde los nueve años; Valeria Cruz, quien denunció abusos físicos y psicológicos desde los 11; y Regina Hernández, quien describió tocamientos inapropiados cuando tenía 13 años.
Ante la presión pública, el Instituto Estatal de Cultura Física y Deporte (INDE) anunció la destitución de Damazo Rodríguez por medio de un comunicado donde informaron que, aunque no existe una denuncia formal en su contra, decidieron separarlo del cargo tras la exposición de los testimonios en redes sociales.
El fiscal Javier Flores aseguró que actualmente se trabaja en localizar a otras víctimas para que puedan denunciar y se proceda legalmente. El mensaje de Itatí Cárdenas ha generado indignación, pues desmiente la versión oficial de que el caso de 2015 se cerró con su consentimiento.