Espinazo.- Las materias, también conocidas como "cajitas", son personas entrenadas espiritualmente que, por años, se han dedicado a lograr, mediante la meditación y la oración, ser poseídas por el espíritu de sus santos, como el Niño Fidencio, Francisco Villa, Aurorita e incluso Emiliano Zapata, quienes entran en sus cuerpos y buscan ayudar a sus creyentes.
Cristina Villanueva es una mujer que, desde hace 11 años, debido a una enfermedad, decidió acercarse a pedir un milagro al Niño Fidencio y terminó por convertirse en materia.
“Desde hace 11 años empecé en el camino, empecé con una enfermedad, me comentaron de las materias, pero yo no creía y empecé a acercarme sin fe, y poco a poco fui viendo los curó a mi madre de cáncer, mi madre es una mujer de 85 años, tenía cáncer en un riñón y ya iba para operación”, señaló.
Además, Cristy señala que tiene documentos que comprueban que su madre fue sanada por el Niño Fidencio.
“Tengo los papeles que certifican que necesitaba la cirugía y también videos del doctor que dice que no sabe por qué o cómo se desapareció esa bolita, le hicieron estudios después y pues fue un milagro”, mencionó.
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Cristy, como la conocen en la Iglesia Fidencista Cristiana, relató para ABC Noticias cómo es el proceso de ser poseída por una de las entidades que buscan sanar y ayudar a los creyentes.
“La función de una materia es muchísima oración, pedirle a Dios por la salud de los enfermos, uno se pone en un altar, el altar es una imagen de Jesús, al Niño Fidencio y a Aurorita, te pones ahí parado y empiezas a orar hasta entrar en trance”, reveló.
Una vez que entra en este proceso, la materia originaria de Escobedo revela que, cuando se encuentra siendo utilizada como herramienta del santo, pierde noción del tiempo y sensibilidad.
“Que no sabes quién eres, uno piensa que sigue rezando y cuando abres los ojos, tú sientes que pasaron dos minutos, pero ya llevas 3 o 4 horas trabajando, cuando los seres entran en nosotros no oímos, ni vemos y no sentimos nada”, reveló.
Cabe señalar que las materias no cobran por realizar las oraciones o sanaciones a los devotos de José Fidencio Constantino Síntora, ya que, entre las misiones, que son grupos de creyentes que se congregan en cada localidad, se organizan para lograr cubrir los gastos de estos recorridos.