Monterrey. – En una jornada que promete ser de altos niveles contaminantes, y luego de un acuerdo entre Estado y Federación, la Secretaría de Medio Ambiente de Nuevo León sufrió la caída de su Sistema de Monitoreo Ambiental (Sima).
Esto significa que, actualmente, el gobierno del Estado no tiene un medidor de contaminantes en el ambiente que le brinde información a los usuarios, sobre todo a aquellos que desean saber cuál es la calidad del aire.
De acuerdo a las autoridades estatales, el problema se debe a una falla generalizada en dominio del gobierno, por lo que son diversos los partes que padecen el error.
“La Secretaría de Medio Ambiente Informa que, debido a una falla en la red gobierno central, atribuible a causas externas, actualmente no se transmite el mapa de calidad del aire de la página aire.nl.gob.mx”, indicó en un comunicado.

“La Secretaría de Medio Ambiente Informa que, debido a una falla en la red gobierno central, atribuible a causas externas, actualmente no se transmite el mapa de calidad del aire de la página aire.nl.gob.mx”, indicó en un comunicado.
“Esta situación, que es completamente ajena a gobierno, ha generado la interrupción no solo del mapa de calidad del aire, sino de todas las páginas que se encuentran dentro del dominio www.nl.gob.mx”, agregó.
En el comunicado se lee que el personal de Infraestructura Tecnológica está trabajando para restablecer la transmisión a la brevedad, pero que mientras tanto habrá información sobre las condiciones prevalecientes a través de las redes sociales de la Secretaría.
Hay calidad del aire extremadamente mala en Nuevo León
Pese a que no funciona el Sistema de Monitoreo Ambiental de Nuevo León, el Sistema Nacional de Información de la Calidad del Aire (Sinaca), indica que en el estado hay una calidad del aire extremadamente mala.
Según los registros de esta herramienta de Federación, en el estado hay un punto de color morado, que se refiere al peor de los niveles que se puede tener en cuanto a calidad del aire se refiere.
Recordemos que hoy martes se esperan condiciones climatológicas adversas, ya que los fuertes vientos provocarían tolvaneras que esparcirían las partículas contaminantes sobre la zona metropolitana.