Monterrey. - En este periodo de cuaresma y aprovechando el Jueves Santo, los regiomontanos acudieron a comer pescados y mariscos.
En un reconocido restaurante de este giro en el centro de Monterrey, la gente empezó a llegar alrededor del mediodía para ordenar de entre los diferentes platillos del menú como los camarones o el filete empanizado, así como la mojarra frita, que según la subgerente, María Guadalupe Saucedo, esta última opción es la más pedida durante estos días.

“Ahorita generalmente vienen por la mojarra, les encanta (a la gente), la sopa de mariscos, los camarones”, comentó en entrevista.
Las ventas en el establecimiento aumentan un 80 por ciento estos días santos, y cantidad principalmente en los horarios de 13:00 a 15:00 horas, es cuando llega la mayor de personas al grado de generarse lista de espera.
Dentro del catolicismo, en la Semana Santa se practica la abstinencia de comer carne roja como un sacrificio simbólico en honor al sufrimiento de Jesús en la Cruz, a lo que muchos lo reemplazan con el consumo de los mariscos, lo que para la mayoría de los fieles ya es una tradición.
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“Es una bonita tradición que no debería de perderse, y (también) hay que acudir a los oficios religiosos”, dijo María Rosa Fernández, quien acudió al restaurante en compañía de su esposo.
El cóctel o los tacos de camarón, así como las tostadas de ceviche, fueron otros de los platillos que pudieron degustar los comensales este Jueves Santo.
Visitan católicos la basílica de Guadalupe en recorrido de los 7 templos
La Basílica de Guadalupe fue una de las referencias para los regiomontanos que hicieron el recorrido de los siete templos este Jueves Santo.
Por la mañana, la parroquia recibió a los fieles católicos solos o acompañados, quienes de manera fidedigna cumplieron la tradición anual de pasar por las siete casas en Monterrey.
Un ejemplo fue Joaquín Bustos, quien junto a su esposa hizo su ruta en las iglesias ubicadas en La Estanzuela y llegó a la Basílica en la parte final de su recorrido. Para él, esta santa tradición debe perseverar en las personas.
“Es una gran costumbre que debemos de mantener, y sobre todo nos sirve para ver si la gente se tranquiliza un poco y se elimina esa violencia, que piensen en nuestro señor y en hacer las cosas bien y no todos los desmanes”, mencionó.