Lucha contra contaminación del aire está paralizada en Nuevo León

Pese a que existe como referencia el caso de éxito que ha sido la Ciudad de México en la lucha contra la rampante contaminación, en Monterrey no se han aplicado medidas que resuelvan el problema.

Créditos: Leo Aguirre / ABC Noticias
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Monterrey.-  Activistas y autoridades estatales coinciden en que el éxito del combate a la contaminación en la Ciudad de México fue gracias a la coordinación entre la Federación y los gobiernos locales, lo cual permitió a la capital del país emprender diversas acciones para mejorar la calidad del aire, algo que todavía no ha dado frutos en Nuevo León. 

El mismo secretario de Medio Ambiente estatal, Alfonso Martínez Muñoz, lo reconoció el pasado 11 de diciembre. 

“Lo que pasa es que allá (en la Ciudad de México) trabajan juntos. Tienen un acuerdo de colaboración con los municipios; tienen colaboración con la Federación y los estados (del Valle de México), y una ciudadanía más consciente que la nuestra, me refiero a empresas y ciudadanos”, dijo a ABC Noticias.

En 1987, el aire de la CDMX era tan tóxico que mataba pájaros, lo que obligó a las autoridades a introducir el programa “Hoy No Circula” en 1989 y a cerrar la refinería de Azcapotzalco en 1991, y ni así se pudo resolver el problema de manera inmediata. 

En 1992, la capital enfrentó la contingencia ambiental más larga de su historia, de 20 días, en medio de los cuales casi se cuadruplicó el límite saludable de 100 puntos IMECA que establecía el Gobierno federal: de 398 fue el pico más alto, registrado al sur de la ciudad. 

Por ello, gradualmente se fue reduciendo la cantidad de plomo y azufre en la gasolina, además de que se amplió el sistema de transporte público y se restringió la circulación de vehículos particulares un día a la semana, según el color de la calcomanía o el último dígito de la placa. 

En el 2013 se creó la Comisión Ambiental de la Megalópolis, en la cual participan los gobiernos de la CDMX, Hidalgo, Morelos, Estado de México, Puebla, Tlaxcala y Querétaro. 

Una Comisión Ambiental y un Programa de Respuesta a Contingencias Atmosféricas son las herramientas que se utilizan actualmente en la capital a fin de combatir el aire sucio, y Nuevo León cuenta con ambos a medias, pues la primera no se ha hecho ley, y el segundo sigue en proceso de actualización. 

La zona del Valle de México tiene el privilegio de que, durante una contingencia ambiental, se le debe ordenar a la refinería de Tula que opere máximo al 75% en una Fase I, y al 45% en una Fase II, mientras que en Nuevo León ni siquiera se ha logrado que el Estado pueda inspeccionar la planta de hidrocarburos en conjunto con la Federación. 

Además, en la capital del país, las industrias también enfrentan restricciones estrictas durante contingencias ambientales, especialmente para reducir emisiones de partículas PM2.5, PM10, ozono y otros contaminantes.