Monterrey.- Por segundo día consecutivo, el centro de Monterrey vivió una jornada de alta afluencia en restaurantes debido a la celebración del Día de las Madres, mientras que los refrigeradores de las pastelerías lucieron prácticamente vacíos debido al alza en ventas de sus productos.
Aunque el festejo oficial del Día de las Madres es el 10 de mayo, muchas familias optaron por evitar las aglomeraciones del sábado y decidieron llevar a cabo su celebración este domingo, paseando a las mamás o llevándolas a comer, pero la estrategia no les resultó del todo, ya que las largas filas y los tiempos de espera se repitieron en buena parte de los establecimientos.
En un recorrido realizado por ABC Noticias en cinco restaurantes del primer cuadro de la ciudad, se constató que operaban a su máxima capacidad, con grupos de personas esperando afuera para poder ingresar.
Mientras tanto, en contraste con los restaurantes abarrotados, las pastelerías del centro registraron un incremento en sus ventas desde el sábado. Una de las encargadas de estos establecimientos mencionó que, debido a la alta demanda, este domingo solamente vendieron los pocos productos que les habían quedado desde el 10 de mayo y para la tarde ya no había nada en los refrigeradores.
Enrique Torres, un cliente que iba a comprar un pastel, mencionó a ABC Noticias que al momento de llegar ya no había nada en los refrigeradores, por lo que se tomó la tarea de seguir buscando algún establecimiento donde pudiera haber algún pastel para obsequiarle a su mamá.
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“Aquí en la pastelería no se ve más que puro pan dulce o embolsado, vas a los refrigeradores y no hay nada, es increíble. Una tía vino ayer y tampoco había nada, ahorita voy a buscar a los demás lugares a ver si hay algo, nunca me imaginé que iba a estar vacío”, expresó Torres.
Algunos locatarios mencionaron que desde el viernes comenzaron a ver mayor movimiento, pero fue sábado y domingo cuando se registró el mayor flujo de visitantes.
Con esto, el festejo del Día de las Madres se ampliará un día más, dejando clara la importancia de esta fecha para las familias neoleonesas, que año con año abarrotan los restaurantes y vacían los refrigeradores de las pastelerías para honrar a mamá.