San Pedro.- El 22 de mayo del 2024, un escenario colapsó en San Pedro durante un mitin de Movimiento Ciudadano. Murieron 10 personas y 204 quedaron heridas, 19 de ellas graves.
Las secuelas siguen presentes en las víctimas un año después. La justicia no llega y el dolor no se va. María Luisa Escalera y Luisa Alejandra Gámez son la esposa e hija de Alejandro Gámez Sandoval de 48 años, quien falleció con su hijastro Jesús de 11 años.
Hoy se cumple un año de la caída del escenario en el estadio de beisbol El Obispo.
“ Nosotros exigimos la justicia moral, si ya saben quién fue, si hay culpables, dicten lo que tengan que dictar, más que nada, nadie va a regresar a las personas que murieron”, opina Alejandra. María Luisa, por su parte, piensa en las personas que necesitan apoyo.
“Apoyen a la gente que todavía lo necesita, porque no tenemos la solvencia económica para estar comprando medicamentos”. Rafael, Jesús, Fernando, Eduardo y Juan Carlos son los integrantes del grupo norteño The Wercos Band.
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La caída del templete ocurrió a las ocho de la noche, a esa hora debían estar tocando, pero la presencia de Jorge Álvarez Máynez, candidato a la presidencia, adelantó su presentación.
Ese día la esposa de Rafael decidió llevar a sus tres sobrinos de Guadalajara al concierto y así celebrar su cumpleaños todos juntos.
“Salgo corriendo, encuentro a mi hijo, pero no encontramos a mi esposa. Gritaba “Ixchel, Ixchel”, encontramos a Ixchel con dos niños, faltaba uno y empezamos otra vez: “Kevin y Kevin”, hasta que finalmente encontramos a Kevin”.
Los músicos salieron detrás del escenario y se unieron a quienes ayudaban a mover los fierros retorcidos y sacar a las víctimas más graves. Eduardo fue de seguridad industrial, él estuvo capacitado para enfrentar emergencias y para ayudar en situaciones de riesgo. Como sus compañeros, ayudó a los heridos con las técnicas aprendidas, pero ver el cuerpo de Jesús, se rompió.
“Me tocó ver al niño sin vida, es algo muy fuerte y al ver ahí el cuerpo y ver a los demás cuerpos sin vida, no puedes quebrarte y dices, híjole, ya está sin vida, pero hay muchos que están atrapados y podemos rescatarlos”, explicó consternado el artista.
Jesús considera que volvieron a vivir, porque le retrasaron su concierto. Fernando se sintió en un campo de guerra, donde ayudó a los heridos como pudo.
Un año después, Los Wercos Band aún miran a todos los anclajes cuando tocan en escenarios similares. Subir al escenario no volvió a ser lo mismo. Las secuelas a un año del colapso siguen en las víctimas.
El recuerdo del crujir del fierro, los gritos y llantos aún está fresco en la memoria de quienes llegaron ese 22 de mayo al estadio El Obispo y no podrán olvidar una experiencia que fue de vida y muerte.