Monterrey.- Nuevo León sufre una crisis de fe, pues en los últimos tres años tan sólo 25 personas se han inscrito al Seminario y lo ideal serían más de 150, reveló el rector del Seminario de Monterrey, el padre Jesús Treviño Guajardo.
Pese a las cifras, y a que actualmente sólo hay 85 seminaristas, el sacerdote consideró que no hay crisis de fe, sino una crisis de identidad en los jóvenes debido a la interconexión que hoy en día existe y que sobrepasa los niveles que el cerebro puede procesar.
“Yo no diría que sea crisis de fe, sino crisis de identidad y, por lo tanto, crisis en hacer comunidad, pero todo derivado de una crisis de identidad por este mundo interconectado, en el que es muy fácil diluir nuestra propia identidad. Nos perdemos entre la información y los videos y la cantidad de imágenes que recibimos, que de repente nos diluimos y perdemos de vista quiénes somos.
“Esto se debe a la interconexión que tenemos, que ha superado los niveles que puede procesar naturalmente nuestro cerebro, la cantidad de información que llega y no nos damos el tiempo para distinguir lo que es verdad, con lo que no es, lo que me sirve y lo que no y lo que es bueno y lo que es malo”, mencionó.
Así mismo, mencionó que, desde la pandemia, en el año 2020, la cantidad de jóvenes inscritos ha disminuido.
“De la pandemia para acá han ingresado números bajos para la cantidad de habitantes que tenemos en Monterrey, imagínate que la población es de 5 a 6 millones y los últimos tres años han entrado al seminario alrededor de 25 jóvenes, 25 para una población tan amplia es muy poquito.
“Lo ideal sería tener un número suficiente para acompañar a la gente que sufre o pasa por un momento difícil, para esto lo ideal sería que entrarán más de 50 muchachos al año, pero Dios es el que sabe a quién llama y a cuántos llama”, dijo.
El padre invitó a todos los jóvenes que tengan inquietud por la vida sacerdotal a inscribirse al seminario, pues mencionó que querer dedicar su vida a la misión y apostolado es una experiencia enriquecedora y que los llena de alegría.
"Si les entusiasma la idea de vivir entregados a un apostolado, a una misión toda la vida, que prueben en el Seminario, que se animen, que sean valientes”, dijo el párroco Jesús Treviño.