Monterrey.- La muerte de Jaqueline Yamilet, una joven de 25 años originaria de Saltillo, Coahuila, tras someterse a una cirugía estética en Monterrey, ha encendido las alarmas sobre el crecimiento descontrolado de las llamadas tandas de cirugías plásticas: un esquema informal de financiamiento médico que se promociona a través de redes sociales, sin controles ni garantías sanitarias.
Jaqueline falleció luego de someterse a una lipoescultura en un consultorio ubicado en la colonia Obispado. De acuerdo con testimonios, la joven contrató el procedimiento a través de la financiera Toque Divino, que opera desde Saltillo y Escobedo, Nuevo León.
Esta empresa ofrece procedimientos quirúrgicos estéticos mediante pagos semanales o quincenales, sin detallar quiénes son los médicos responsables ni las condiciones clínicas en que se realizan las intervenciones.
El modelo de las “tandas” permite a los clientes pagar montos periódicos —que van de $1,350 a $4,200— para acceder a procedimientos como rinoplastias, abdominoplastias, aumentos de busto, mommy makeovers, entre otros.
Algunas empresas incluso organizan sorteos mensuales entre los participantes para “ganarse” la cirugía sin haber pagado el total.
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Las publicaciones en redes sociales prometen beneficios adicionales, como “un año de masajes postoperatorios”, “sesiones en cámara hiperbárica” o “acompañamiento médico”, pero omiten información básica: no se especifica el nombre del cirujano, su cédula profesional ni la dirección exacta de la clínica donde se llevará a cabo la operación.
“Ofrecen 10 cirugías por mes, con planes de pago semanales y cupo limitado. Asegura tu lugar con $1,500 de anticipo”, se lee en una de sus publicaciones en Facebook.
Irregularidades médicas
Tras la muerte de Jaqueline, usuarios de redes sociales denunciaron públicamente que las pacientes no reciben valoración médica previa ni conocen al cirujano hasta el día de la cirugía. Tampoco se realizan estudios clínicos o análisis de laboratorio antes del procedimiento.
“¿Cómo es posible que el cirujano no conozca a la paciente antes de operarla? No hubo estudios previos ni valoración. Es una irresponsabilidad”, escribió una usuaria en redes.
Un médico cirujano consultado por este medio, quien prefirió mantener el anonimato, advirtió sobre la falta de control sanitario y la negligencia médica que implica este modelo de negocios:
“Estamos viendo una combinación peligrosa entre informalidad financiera y ausencia de ética profesional. Es urgente que las autoridades regulen esta práctica antes de que haya más víctimas.”
Al respecto, la Fiscalía del Estado ya inició una investigación por la muerte de Jaqueline.
La popularidad de las “tandas de cirugías” ha crecido entre mujeres jóvenes de Monterrey, Saltillo y otras ciudades del norte del país, quienes buscan alternativas accesibles a las clínicas privadas.
Sin embargo, esta aparente facilidad de acceso está rodeada de vacíos legales, médicos y financieros que ponen en riesgo la salud y la vida de las pacientes.
Especialistas en salud pública recomiendan a la ciudadanía extremar precauciones y verificar la legitimidad de cualquier servicio quirúrgico:
- Consultar la cédula profesional del médico en www.cedulaprofesional.sep.gob.mx.
- Exigir valoración médica previa y contacto con el cirujano.
- Confirmar que la clínica esté acreditada y cuente con licencia sanitaria.
- Evitar procedimientos con empresas que no ofrezcan transparencia.
Decenas de publicaciones similares continúan circulando en redes sociales, promoviendo cirugías “a crédito” sin brindar garantías mínimas de seguridad.