Monterrey.- Con las recientes lluvias, las principales presas de Nuevo León presentan aumentos en sus niveles de llenado, destacando La Boca, que en una semana ha tenido que ser desfogada en tres ocasiones.
Al corte del domingo 14 de septiembre, la presa La Boca registra un almacenamiento de 36 millones de metros cúbicos (Mm³), lo que representa 102.66 por ciento de su capacidad.
El último desfogue fue realizado el sábado al mediodía, pues el embalse superaba su máxima posibilidad de almacenamiento en más del 6 por ciento.
En tanto, la presa Cerro Prieto cuenta con 275 Mm³ de agua, lo que equivale a 91.67 por ciento de llenado en una capacidad de 300 Mm³. En el lapso de un día, el embalse linarense aumentó su almacenamiento en medio millón de metros cúbicos de agua.
Por su parte, El Cuchillo, la presa de mayor capacidad en el estado, fue la única que no incrementó su nivel el último día, pues este domingo reportó 828.13 Mm³ de agua, lo que corresponde al 73.73 por ciento de sus mil 123 Mm³ disponibles. La disminución fue de 1.2 Mm³ respecto al día anterior.
¿Qué sucede con el agua desfogada de la presa La Boca y para qué sirve?
El agua que se libera de la presa La Boca no se desperdicia: es canalizada hacia un cauce que desemboca en la presa El Cuchillo, ubicada en el municipio de China, Nuevo León. De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el desfogue se realiza tras un análisis cuidadoso para descartar riesgos y tiene como principal objetivo beneficiar a las regiones abastecidas por la presa El Cuchillo, asegurando el suministro para uso agrícola, industrial y doméstico.
El desfogue de presas es una práctica controlada que permite regular los niveles de almacenamiento y prevenir riesgos de desbordamiento, al tiempo que se optimiza el uso del recurso hídrico en la región.