Monterrey.- La Secretaría de Gobernación (Segob) aceptó dar seguimiento al caso de la niña de dos años que presuntamente fue víctima de abuso por parte de su padre en Canadá, luego de recibir en audiencia a la madre de la menor y a la propia víctima en la Ciudad de México.
El abogado Rafael Badillo, representante de la madre identificada como Delia, confirmó que tras la reunión con la Segob, el caso ya forma parte de la agenda federal, lo que permitirá fortalecer la defensa de la menor para que pueda permanecer en Monterrey junto a su madre y no tenga que regresar a Canadá.
Desde el lunes pasado, el Gobierno de Nuevo León había asumido el acompañamiento del proceso, ordenando que se realicen nuevos peritajes médicos y psicológicos a la menor a través de especialistas de la Procuraduría de la Defensa del Menor. Estos dictámenes se sumarán a las pruebas ya presentadas, con el fin de acreditar el daño sufrido y garantizar que se privilegie el interés superior de la infancia.
“El hecho de que ahora el Estado y la Federación estén involucrados es fundamental, porque lo que está en juego es la protección de una niña de apenas dos años”, explicó el abogado Badillo.
De manera paralela, el Gobierno estatal presentará una petición formal al Juzgado de Exhortos para que los peritajes locales sean considerados dentro del proceso. Además, la defensa sostendrá este martes una reunión con la senadora Judith Díaz para dar seguimiento legislativo y visibilizar el caso a nivel nacional.
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El padre, con residencia legal en Canadá, acusa a Delia de sustracción de menores y exige la restitución internacional de la niña. El Juzgado de Exhortos de Nuevo León deberá resolver en las próximas semanas si la menor permanece en México o es enviada de vuelta a Canadá.
El caso salió a la luz pública luego de que Delia denunció en entrevista con ABC Noticias que su hija fue violentada en Canadá y que allá no recibió apoyo institucional. Ya en Monterrey, especialistas en psicología confirmaron indicios de abuso y actualmente la menor recibe terapia por estrés postraumático.