Oaxaca.- Cuatro playas de Salina Cruz, Oaxaca, afectadas por el derrame de hidrocarburos ocurrido desde el domingo, permanecen sin turismo y también han cesado las actividades de pesca de ostión y de moluscos.
Sin embargo, las autoridades de Petróleos Mexicanos (Pemex) no se han pronunciado sobre los daños a la fauna y al medio ambiente que se registran en las playas Punta Conejo, Brasil Azul, Salinas del Marqués y Guelaguichi, ubicadas a unos 20 kilómetros de la refinería Antonio Dovalí Jaime.
Pescadores y organizaciones civiles como Wild Coast, que responsabilizan a Pemex del derrame, han observado pájaros bobo contaminados con chapopote hasta la playa Morro Ayuta, ya cerca del Área Natural Protegida Parque Nacional Huatulco, así como cadáveres de tortugas Golfinas —en temporada de desove— alrededor de la costa que lucen con manchas negras.
Al norte del Istmo de Tehuantepec, el alcalde de San Juan Guichicovi, Heriberto Zacarías, advirtió sobre un derrame de hidrocarburos de un ducto de Pemex.
Según el funcionario, la fuga es resultado de la extracción ilegal del crudo (huachicoleo) y contaminó el río El Triunfo y causó la muerte de armadillos, tortugas de agua dulce, tejones, peces y aves.
De acuerdo con Zacarías, se encontraron herramientas de extracción de hidrocarburos como mangueras en un domicilio particular de la localidad de El Triunfo, luego de que los pobladores denunciaron un fuerte olor a gasolina el domingo.
En julio pasado, también se presentó un derrame de petróleo de un ducto de Pemex en Chiapas, lo que contaminó los ríos Mezcalapa y Carrizal, por lo que más de 600 mil personas se quedaron sin agua.
La mancha de aceite crudo se dispersó por arroyos, ríos y pastizales principalmente en la ranchería El Platanar, municipio de Pichucalco, ubicada entre los límites de Chiapas y Tabasco, sobre la Cuenca Grijalva, lo que también afectó a los productores agrícolas.
Pueblos zoques de Chiapas acusaron a Petróleos Mexicanos, a la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) y a los gobiernos de Chiapas y Tabasco por la “negligencia” de no realizar una revisión exhaustiva de sus ductos de transportación de hidrocarburos.
Requirieron entonces revisar los derechos de vía de sus ductos, pues muchas de ellas se encuentran sobre viviendas, escuelas y torres de alta tensión de comunidades campesinas.