Estados Unidos.- El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Francisco Cervantes, confió ayer en que México no va “a pelear” y solucionará antes de un panel las consultas que iniciaron Estados Unidos y Canadá por las políticas energéticas mexicanas bajo el tratado entre los tres, el T-MEC.
“Con Estados Unidos no nos vamos a pelear, todo lo contrario, tenemos que colaborar”, comentó en declaraciones a medios tras un evento público.
El líder de la cúpula empresarial en México, que representa el 80 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), consideró que hay “buenas señales” por parte del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, por lo que confió que el proceso de consultas concluya satisfactoriamente.
“Está habiendo buenas señales (…) estamos muy muy pendientes, estamos muy positivos”, señaló Cervantes sobre los anuncios del Gobierno mexicano en torno a la apertura de inversiones de sus socios comerciales en el T-MEC en sectores energéticos como el gas natural, así como en permisos de operación en sectores energéticos.
El presidente del CCE aseveró que el empresariado mexicano está pendiente y listo para colaborar con las autoridades mexicanas que encabezan la delegación de México en estas consultas y en un posible panel futuro.
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“Desde nuestra trinchera estamos muy pendientes y listos para cualquier cosa en que podamos colaborar”, expresó.
Aunque también comentó que en esta fase de consultas son los gobiernos implicados los que se reúnen y participan en la solución de este conflicto enmarcado en el T-MEC.
Cervantes recordó que hay un plazo de 75 días para concluir las consultas entre los tres países y que se puede obtener una prórroga en caso de ser necesario, pero comentó que lo relevante es que el pleito no escale a un panel porque sería muy costoso.
“Estamos esperando no llegar al panel, sería muy costoso para todos, entonces vamos a apostarle a que lo vamos a resolver dentro del periodo de consultas”, acotó.
Desde 2019, cuando se aprobó el T-MEC por las tres naciones, México, Estados Unidos y Canadá también han resuelto desacuerdos en temas laborales, por conflictos sindicales en el norte mexicano, en la industria automotriz, por diferencias en la interpretación de las reglas de origen, así como por el desacuerdo en temas energéticos.