Guerrero. - El huracán Otis impactó la ciudad de Acapulco con vientos máximos sostenidos de hasta 270 kilómetros por hora, con rachas que llegaron a los 330 kilómetros por hora.
A su paso provocó diversos desastres, entre los que destacaron el desbordamiento del río Papagayo, en el tramo de la carretera Chilpancingo-Acapulco, además de la caída de rocas y deslaves sobre la misma, por lo que fue cerrada a la circulación.
Así también, la carretera México-Acapulco quedó cerrada totalmente a la circulación debido a los daños ocasionados por el fenómeno climatológico.
Para ello, más de 900 trabajadores y más de 200 equipos de maquinaria pesada realizaron labores de reparación. “Otis” también dejó severos daños en inmuebles, como hoteles, edificios públicos, hospitales y viviendas, además de fallas en el servicio de luz e internet en toda la ciudad de Acapulco.
Las avenidas Miguel Alemán y Cuauhtémoc, las más importantes de la ciudad, están inundadas con decenas de automóviles varados; mientras que la Zona Diamante es donde ocurrió el mayor número de afectaciones.
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El titular de Protección Civil del estado de Guerrero, Roberto Arroyo, indicó que ya comenzaron las labores de reparación en toda la ciudad.
“Elementos de la Marina, Ejército, Guardia Nacional están retirando los escombros en las zonas dañadas por el huracán”, refirió.
Según el funcionario estatal, pese a que el huracán se ha degradado, seguirán las lluvias y vientos en gran parte de Guerrero, así como oleaje de seis a ocho metros de altura.
Hasta anoche, las autoridades municipales, estatales o federales no han determinado la cantidad de personas fallecidas, heridas o desaparecidas que dejó el paso del fenómeno climatológico.
Se abrieron centros de acopio de alimentos no perecederos, agua embotellada y artículos de limpieza en las principales ciudades; lo recaudado será entregado por la Marina.